Transfer para decorar una mesilla de madera
Llevabamos muchos meses detrás de este proyecto. Somos unos admiradores incondicionales de Lady Desidia y desde hace años nos encanta su trabajo. Por eso, no podíamos quitarnos de la cabeza la idea de decorar un mueble con alguna de sus ilustraciones. Tras pedir permiso, porque somos unos firmes defensores de los derechos de autor, compramos varias de sus ilustraciones y nos pusimos manos a la obra. De hecho, fue comprarlas y salir corriendo para ponernos a ello. Creo que no hay imagen más bonita para hacer un transfer para decorar una mesilla de madera y conseguir que un mueble, que podía haber terminado en la basura, se convierta en una pieza muy especial. Ya os hemos hablado muchas veces del transfer, pero en esta ocasión le hemos puesto aún más cariño. A pesar de ello, si quieres puedes cotillear otros trabajos con esta técnica, AQUÍ.
Como sabéis somos unos fanáticos del transfer porque creemos que es una técnica que puede dar mucho juego y que es capaz de cambiar por completo el aspecto de cualquier objeto o mueble sin necesidad de invertir mucho esfuerzo, dinero y tiempo. Pero lo malo del transfer es que no siempre sale bien y los acabamos pueden ser muy variables. Por eso os contamos algunos trucos, que a nosotros nos funcionan. Y si quieres saber más, os recordamos que el próximo viernes tenemos taller de transfer en Espíritu 23 (Malasaña) de 16:30 a 20:00. Será una clase llena de ideas en la que además te podrás llevar un lienzo decorado a casa con la imagen que nos traigas. Para reservar tu plaza, pincha AQUÍ.
Paso 1: Preparamos la superficie
Es importantísimo que la superficie esté realmente lisa y con un acabado homogéneo. Para lograrlo tenemos que lijar y si queremos tener un buen agarrare, podemos dar antes una capa de pintura de tiza tanto con brocha como con spray. Además, su pintamos antes la madera de un color que combine con el dibujo que hemos elegido, en caso de rotura siempre va a disimular mucho más. Por otro lado, el transfer tiende a transparentarse y podemos jugar con efectos desgastados si hacemos antes un decapado sobre nuestra mesilla.
Paso 2: Hacemos una copia en papel
Si queremos usar una ilustración, como en este caso, o una fotografía, antes de nada tenemos que hacer una copia con impresora láser y darle la vuelta para asegurarnos de que el transfer va a quedar en la misma dirección que el original. Especialmente se nota si la imagen de origen tiene letras. Así que vale la pena gastarse un euro en hacer la copia, si no tenemos impresora láser en casa.
Como se ve en la foto a simple vista, la copia por muy buena que sea siempre pierde matices. Pero es el peaje a pagar, ya que con el original es imposible hacer el transfer. Lo primero, porque nos da pena destrozar una ilustración de Lady Desidia de esta forma y lo segundo, por el gramaje del papel. Cuando el papel es muy grueso, no vamos a lograr hacer esa transferencia de imagen. Con el líquido lo que hacemos es crear una calcamonía con la tinta del original y el gramaje idóneo es el de un folio. Más fino se rompe y más grueso no lo coge bien.
Paso 3: Damos el líquido para transfer
Es fundamental que demos una buena capa de líquido para transfer y que llegue a todo el papel. Dondeno demos líquido no se va a transferir la imagen.
Paso 4: Paciencia
Mucha paciencia para ir retirando la celulosa. Con agua vamos pasando los dedos y levantamos el papel para dejar a la vista esa capa de plástico que se ha creado con el dibujo. Mucha paciencia porque hay que ir despacio para no romper la imagen. Dejamos secar y volvemos a por más! Como se ve en la foto, cuando se seca se vuelve a poner blancas algunas zonas, así que otra vez humedecemos los dedos y seguimos.
Para los colores y la pintura de la mesilla dedicaremos otro post porque también hay cosillas que explicar. Hace unos días nos preguntaron si se podía mezclar esmalte y pintura de tiza para cambiar el color de ésta última. En un principio, NO. Porque la pintura de tiza es al agua y el esmalte es al disolvente. Bueno, se puede hacer pero luego no te va a agarrar igual la pintura. Como nos gusta experimentar hemos hecho una prueba. En nuestra pintura de tiza de color blanco antiguo hemos puesto una gota (sólo una gota de esmalte verde). Lo hemos hecho para los cajones y aunque hemos podido pintar sin problemas, es verdad que el agarre de la pintura de tiza es mucho menor. Así que si os decidís a cambiar el color de la pintura de tiza es preferible que lo hagáis con pintura acrílica (también al agua) o sólo con una gotita de esmalte. Como digo, ya daremos más detalles sobre esto y sobre cómo elegir los colores. En esta ocasión hemos contado con la ayuda de Patri Blanco, una diseñadora de interiores que tiene un blog que no os podéis perder lleno de inspiración e ideas para vuestros proyectos. Puedes echar un ojo, AQUÍ.
Y ya no os cuento más que luego no véis los vídeos que preparamos con el paso a paso. Os dejamos este video tutorial para que podáis ver algún que otro truco que nos hemos guardado.
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