Restaurando un baúl de mimbre
Hello amig@s internautas!!
Por fin nuevo tutorial! Como la mayoría de vosotr@s nos seguís por Instagram, ya sabréis que no hemos parado, pero nos faltaba retomar los tutoriales. Después de unas merecidas vacaciones hemos recuperado las fuerzas!!
Hace unas semanas me encontré por la calle un baúl que me iría genial para guardar las lanas. Estaba que daba asquito por dentro, así que tenia curro por delante…
Lo primero de todo era quitar ese forro vomitivo. No quiero pensar que cosas se guardarían allí…
Quité las grapas haciendo palanca con un destornillador y acabe de arrancarlas con unos alicates.
Saqué los restos de suciedad pasando un cepillo por todo el baúl y observé que la estructura estaba bien.
Rehíce el forro de una forma muy sencilla: Corté un rectángulo con las medidas de la base y otro más grande sumando las medidas de los cuarto laterales y dándole la altura del baúl, y lo cosí rodeando toda la base.
Para forrar la tapa del baúl corté otro rectángulo dejando un margen por cada lado de 2 cm y cosí todos los bordes.
Los fije al baúl con una grapadora, si no tenéis podéis usar unos clavos o coserla por puntos estratégicos.
Ya tenia otra cara este baúl!!
Solo me faltaba darle un toque personal… Pensé en pintar unas rallas por un lado y ya esta, pero apareció mi chico y me dijo «Porque no pintas algo que esté relacionado con lo que vas a guardar?» Me encantó la idea y cuando di con esta imagen mucho más!!
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La imprimí en DIN A4 para hacer la plantilla y aplicarla con la técnica del estarcido. Como se trata de una superficie muy rugosa hice la plantilla sobre una lámina de plástico adhesiva, el Aironfix de toda la vida, vamos!
Empecé a pintar con pintura acrílica, repasando con cuidado toda la silueta del dibujo. Y apliqué dos capas.
No las tenia todas conmigo, pero, finalmente, la silueta del gato quedo bien marcada en el baúl. Fue todo un acierto!