Pintar Mimbre

¿A quién no les gusta sacar los sillones al patio o la terraza cuando llega el calor? Siempre me han enamorado los muebles de mimbre para decorar exteriores. Pero a pesar de que son piezas, que me encantan, todavía no he logrado hacerme con uno. No sé si os ha pasado alguna vez. Hay ciertos muebles que te gustan, que cada vez que os ves piensas que quieres uno, pero nunca llegas a comprarlos. Puede ser porque no has encontrado el definitivo o simplemente porque no tienes dinero. A mí, me pasa lo segundo. Pero el caso es que me he dado cuenta, porque me han hecho varias consultas, que el mimbre es un material muy común, pero con características muy especiales. Si tienes alguna pieza de mimbre y quieres cuidarla, mimarla o simplemente darle un cambio de imagen, hoy te contamos cómo hacerlo. 

Lo primero, si no os importa, vamos a empezar por los errores. Ante una cesta de mimbre de estas dimensiones (tiene por lo menos un metro de ancho), lo primero que piensas es «la quiero para mí». Luego, en este caso, me dí cuenta de que estaba manchada (por eso me la dieron). Así que era casi obligatorio limpiarla bien y pintarla. Pero, ¿cómo la pintamos? Lo que se te ocurre es coger una brocha ancha que no sea muy grande y darle pintura acrílica. Error!!!! Por mucho que hagas al final no queda bien. Y a la imagen me remito.

Una aclaración, la brocha que usé no es la de la foto, pero no la encontraba por casa y puse la que tenía a mano. La cuestión es que en la parte entrelazada, las láminas en la zona exterior si que quedaban pintadas, con un aspecto que no me gustaba mucho, pero se pintaban. Pero en los extremos era imposible lograr que la pintura llegara y tampoco estaba dispuesta a pasarme días enteros a darle con un pincel. ¿Alternativa? Spray. Pero quería que fuera duradero y que tuviera un buen acabado. Después de pintar una mesa y una regadera con pintura de tiza en spray, pensé que era el turno del mimbre. Os dejo dos fotos para que podáis comparar y así elegir la técnica que más os guste para vuestros trabajos en mimbre. ¿Qué os parece como queda con la pintura de tiza en spray?

Para este proyecto en concreto he elegido dos colores, que creo combinan bastante bien: el rosa pétalo y el gris ceniza.

Y ahora el paso a paso para aprender a usar la pintura de tiza en spray sobre mimbre, que es muy fácil, pero tiene algún que otro truco.

No quiero que esto asuste a nadie. Pero para poder pintar con spray y no terminar pintando media casa tenemos que montar una pequeña infraestructura mínima que nos permita trabajar bien sin ensuciar. Tenemos varias posibilidades: usar una caja de cartón grande para meter la pieza y que nos sirva como contenedor para recoger toda la pintura o emplear plásticos. Yo me decanté por la segunda opción. Con tres pinzas sujeté un plástico grande a la reja del patio y lo dejé caer en el suelo. Hace una especie de L, es decir, está extendido en el suelo y sube por la pared, de tal modo, que coloco la pieza mirando a la pared y toda la pintura que sale va directamente al mueble o al plástico. Es muy sencillo, podemos colocarlo en cualquier espacio de la casa y nos permite mover la pieza y también movernos nosotros sin temor a manchar nada.

Con la pieza limpia y seca podemos empezar a pintar con nuestro spray. En el caso del mimbre cambia un poquito la técnica, pero es muy parecida a la que usaríamos con cualquier otro material:

1. Agitamos bien el spray. Es importante que vayamos agitando el bote según vamos pintando para que cuando salga la pintura lo haga con presión. Si no agitamos, el chorro de pintura será menor y con menos fuerza. Es parecido a la nata montada en spray. Cuando se está terminando pasa de salir con fuerza a convertirse en un churrillo que chorrea por el bote. Pues eso, lo que queremos es que la pintura salga con fuerza para lograr que quede homogénea y con un acabado perfecto. Así que cada poco tiempo vamos agitando. 

2. Pasadas cortas en horizontal y vertical. Para acabados homogéneos y que cubra perfectamente tenemos que dar pasadas cortas y rápidas. No podemos permanecer mucho tiempo sobre el mismo punto. Es mucho mejor dar varias pasadas sobre la misma zona, que quedarse sobre ella. Y aquí viene la diferencia respecto a otros materiales. Con el mimbre hay que acercarse un poco más. Más o menos a unos 10 cm. Si queremos que quede perfecto, que cubra bien y que no queden zonas sin pintar tenemos que mantener el spray a una distancia de un palmo más o menos.

3. Dejamos secar y repasamos. Una cuestión importante. Como se ve en la foto y como seguro estáis pensando, si pintamos con dos colores una cesta de mimbre puede que al pintar el exterior manchemos el interior y viceversa. Nos puede pasar, pero la verdad es que sólo en algunos puntos. Lo bueno de la pintura de tiza en spray es que seca muy rápido y una vez que hemos acabado de aplicarla podemos ir viendo si hay alguna zona que necesita repaso. En las partes donde el gris, que fue la segunda pintura que apliqué, me manchó el interior, volví a darle con rosa para quitar manchas como la de la foto.

4. El acabado.  Como sabéis, soy una admiradora incondicional de la cera, pero en este caso no recomiendo su uso. Se nos va a quedar metida en los recovecos y va a ser muy complicado aplicarla bien. Así que podemos emplear el barniz incoloro en spray para proteger toda la pieza y nos aseguramos un acabado perfecto. ¿Qué os parece cómo ha quedado la cesta con la combinación de colores? ¿Os gusta el rosa con el gris?

Y ya tenemos nuestra cesta de mimbre completamente renovada, ¿os gusta para la habitación de una niña? Creo que puede quedar bien chula a juego con muebles de color blanco. ¿Qué os parece?