Pintar con pintura chalk paint un cubrerradiador
Cómo pintar con chalk paint un cubrerradiador
Si me seguís la pista en el blog o en Instagram, sabréis que la pintura a la tiza es indispensable en mi casa. Y si esto os pilla de nuevas, no os preocupéis, porque con esta idea que os traigo vais a conocer muy bien qué es esto de pintar con pintura chalk paint.
Inspiración
Seguramente porque vivo a algo más de 300 km de la playa más cercana, ver el mar con sus olas, su solete reflejándose y esa arena tostadita, me parece la imagen más relajante e idílica de lo que soñamos que sea nuestro verano. Esa combinación de azules y arenas me baja la tensión hasta después de volver de un atasco en la M30.
Por eso quise traer la magia del mar a mi casa, más exactamente a mi recibidor. Este espacio no es del todo pequeño pero sí lo es el radiador. El piso traía un radiador de sólo dos lamas que parecía perderse en la pared blanca.
Y como nuestra idea era tener una repisa donde colocar algunas fotos y algo de decoración, la mejor solución que le vimos fue hacernos con un cubrerradiador.
Concretamente este cubrerradiador de madera comprado de segunda mano, que ya sabéis cómo me gusta rescatar muebles.
Así en madera oscura ya me parece precioso pero quería unos tonos más claros y más frescos. Y como con poquito ya me arranco a pintar con pintura chalk paint, no lo dudé y me puse manos a la obra. Así que sin más dilación ¡os enseño el proceso y el resultado!
Materiales para pintar con pintura chalk paint
- Mueble de madera
- Pintura chalkpaint Autentico Blanco antiguo
- Pintura chalkpaint Autentico Café au lait
- Lija, pinceles y rodillo
- Cera para muebles incolora
Paso a paso para pintar con pintura chalk paint
1. Proteger la zona de trabajo. La tarea menos emocionante de todas pero hipernecesaria. Usad lo que tengáis en casa, cartón, rollo de papel o plásticos, sobre todo por la zona donde vamos a usar pintura porque siempre caen gotas. Aun así, si se os escapa alguna, que no cunda el pánico, porque este tipo de pintura se limpia muy fácilmente con agua.
2.Limpiar y lijar. Siempre siempre en muebles cuya madera no es virgen. Limpiaremos y lijaremos toda la pieza. En este momento es importante retirar suciedad o grasa. Una vez lijado, retiramos el polvo con un paño húmedo.
3.Pintar. Hago un inciso antes de que os pongáis. Elegir color no es fácil y a veces, los colores que ofrece el mercado no se ajustan a lo que buscamos. Si necesitáis conseguir un color por vuestra cuenta y queréis probar a mezclar colores os dejo este post que escribí hace tiempo «Pierde el miedo a mezclar tus pinturas chalkpaint».
Damos la primera mano de pintura sobre el cubrerradiador y dejamos secar. Podéis usar brocha, pincel o rodillo, como os sea más cómodo dependiendo de la forma del mueble.
4. Lijar entre capas. Entre capa y capa lijaremos con una lija fina para evitar las marcas de los brochazos. Como el cubrerradiador tiene tantas lamas, he preferido usar brocha para pintar las primeras capas, así llegamos bien a los recovecos.
En este caso, al aplicar las primeras capas con brocha no necesité más que dos capas. Si usáis rodillos de espuma, tendréis que aplicar más capas, ya que la cantidad de pintura que aplica en cada pasada es mucho menor. Eso sí, os evitaréis lijar.
¡A pintar!
5. Pintar los detalles. Una vez seco, he usado un rodillo de espuma pequeño para pintar las lamas con Blanco Antiguo.
6.Encerar. Cuando la pintura esté seca, usaremos la cera incolora para madera. Podemos aplicarla con un paño limpio. La extenderemos bien hasta lograr una acabado suave al tacto. La cera incolora evitará que se pierdan los tonos blancos.
¡Y listo!
Y así de fácil, ya habéis visto qué sencillo es decorar muebles con pintura a la tiza. Parece que tenemos un cubrerradiador totalmente nuevo y con mis ansiados ¡aires veraniegos!
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