Guía sobre acabados para la madera (parte I)
Cera, aceite, goma laca, selladora, poliuretano y barniz tienen en común que son acabados para la madera y para proteger nuestros muebles. Cada uno tiene unas propiedades y características que lo hacen más apropiado según el uso que se le vaya a dar al mueble, por ello no te pierdas esta guía si quieres saber cuál has de emplear en cada caso.
La madera es un material noble y resistente pero requiere un acabado para llevar con dignidad el paso del tiempo. Existen muchos productos para proteger la madera pero… ¿se pueden utilizar indistintamente? ¿Todos la protegen de la misma forma? ¿Cuál es el más apropiado según el tipo de mueble? A modo de orientación he preparado una guía para conocer a fondo cada uno de ellos y sus propiedades, centrándome en esta primera parte en los acabados para la madera con productos naturales.
Acabados para la madera: cera
El encerado es uno de los acabados que más se suele utilizar en restauración y con muebles de madera maciza ya que nutre la madera además de protegerla. Las mejores ceras son las de carnauba y la de abeja, esta última se puede encontrar en diferentes formatos:
– Cera blanca, aporta una veladura blanquecina. Además se utiliza junto con la cera teñida para dar un aspecto envejecido y crear efectos.
– Cera amarilla, es la que más resalta el tono de la madera.
– Cera con color, se utiliza para dar color o subir el tono del tinte.
La cera virgen no se puede utilizar pura sino que se ha de diluir en esencia de trementina (aguarrás vegetal). Existen varias fórmulas para preparar tu propia cera casera con la que encerar tus muebles, desde las más profesionales a otras más básicas. Para la receta que utilizan ebanistas y restauradores necesitarás los siguientes ingredientes: 200 gramos de cera virgen de abeja, 80 gramos de cera de carnauba, 10 gramos de colofonia, 10 mililitros de alcohol de 96º y 300 mililitros de trementina. En el siguiente vídeo puedes ver cómo se prepara:
Pero si quieres empezar por algo más sencillo, te recomiendo esta receta básica para la que únicamente se necesita cera de abejas y esencia de trementina:
1º.- Fundir al baño maría 100 gramos de cera virgen y retirar del fuego cuando esté líquida para evitar que arda.
2º.- Añadir medio litro de esencia de trementina y remover hasta obtener una pasta cremosa. Dejar enfriar antes de aplicar.
Por otra parte si lo que quieres es renovar y volver a dar lustre a los muebles ya encerados, puedes utilizar la misma receta anterior pero sustituyendo la esencia de trementina por aceite de oliva.
Para aplicar la cera sobre el mueble se ha de extender con un trapo de algodón o una brocha, dejar secar y pulir con movimientos circulares con una muñequilla de algodón, estopa o lana de acero. En este enlace se puede ver el paso a paso de cómo enceré mi mesa del comedor.
Entre las principales ventajas del encerado de la madera destacaría las siguientes:
– Su aplicación es bastante rápida y sencilla si bien precisa un poco de fuerza a la hora de pulir a mano (los días en los que estás enfadado con la humanidad son ideales para encerar).
– Se puede regular la intensidad del brillo o del color si es una cera teñida, dando más o menos capas.
– Resiste y protege la madera de la humedad y aunque se puede utilizar para muebles de exterior, no la recomendaría para zonas muy húmedas ya que existen otros productos más apropiados.
Por contra su principal desventaja es que con el tiempo el polvo se acumula sobre las capas de cera y las ennegrece, poco a poco va perdiendo brillo y la madera se vuelve mate y apagada, por lo que hay que volver a encerar para que recupere el lustre.
Acabados para la madera: goma laca
La goma laca es una resina natural que proviene de un insecto rojo llamado gusano de la laca (Laccifer lacca) y sirve para impermeabilizar superficies porosas. También se utiliza en diferentes técnicas de restauración y bellas artes (técnica de la témpera, técnicas secas, aislante en pintura decorativa, etc.).
Existen diferentes tipos de goma laca:
– Goma laca naranja: es la original y le proporciona un tono ámbar a la madera.
– Goma laca incolora: se le han añadido productos blanqueadores para que no modifique la tonalidad de la madera, aunque a veces puede provocar veladuras blanquecinas.
– Goma laca pigmentada: se le han añadido prigmentos minerales para variar la tonalidad de la superficie a tratar.
También se puede encontrar goma laca ya preparada o en escamas para diluir con alcohol (mucho más económica), si bien en este último caso hay que tener en cuenta que si nos sobra producto no podemos guardarlo ya que pierde sus propiedades.
El acabado con goma laca se utiliza para proteger muebles y, sobretodo, para el tratamiento de instrumentos musicales. No resiste bien el calor ni los productos químicos, de hecho se puede dañar fácilmente si colocamos una taza caliente encima, por ello no resulta recomendable para tratar una mesa o muebles que vayan a tener un uso intensivo. Sin embargo cuenta con la ventaja de que en caso de dañarse se puede restaurar fácilmente con una muñequilla y un poco de laca.
En El racó de les cadires se puede encontrar un paso a paso de una mesita de noche en la que los frentes de los cajones han sido tratados con goma laca.
La goma laca se puede aplicar con pincel o muñequilla de algodón, en caso de hacerlo con esta última conviene añadirle una gota de aceite de oliva para que se deslice mejor. Para aplicar la goma laca hay que dar varias capas muy seguidas siguiendo el veteado de la madera, además se ha de tener en cuenta que para obtener un buen resultado no se debe pasar dos veces por el mismo sitio cuando todavía esté húmeda. El trabajo de barnizado habrá finalizado cuando los poros de la madera se hayan cerrado y la superficie esté lisa y brillante.
Es una técnica que requiere práctica y experiencia, por lo que no aconsejo emplearla con un mueble si no se ha ensayado previamente sobre restos de maderas por ejemplo.
Acabados para la madera: aceite
Aunque solo se aconseja para maderas duras, el acabado al aceite es uno de los más naturales que existen ya que proporciona un tacto sedoso y realza especialmente la veta. El aceite se integra formando parte de la madera rellenando sus poros y endureciéndose al entrar en contacto con el oxígeno, si bien no la sella totalmente. Esta característica hace que el mueble pueda respirar y no sufra con los cambios de temperatura, además evita cambios de color por la humedad o el sol en los muebles de exterior.
Existen diversos tipos de aceite, cada uno con sus propiedades, siendo los más utilizados:
– Aceite de linaza. Se obtiene de las semillas del lino y proporciona un acabado satinado muy suave que oscurece con el tiempo.
– Aceite de tung. Se obtiene de la semillas del fruto del árbol de Tung originario de China, es más transparente e impermeabiliza más que el aceite de linaza, pero no proporciona un acabado tan suave.
– Aceite de teca. Se extrae del árbol de teca y ofrece una gran resistencia a los hongos y a la humedad por lo que está especialmente indicado para muebles de exterior.
El aceitado de la madera es un proceso muy sencillo aunque su secado es lento y requiere varios días e incluso semanas. En primer lugar se da una primera capa de aceite con una brocha o muñequilla, se espera a que penetre en la madera y se retira el exceso con un trapo limpio (el tiempo de absorción dependerá del tipo de aceite y puede variar de 15 minutos a varias horas). Se repite el proceso al cabo de un par de días, tantas veces como sean necesarias para obtener el acabado deseado. Para saber si la superficie ha quedado totalmente impermeabilizada basta con dejar caer unas gotas de agua y comprobar si resbalan.
En tiendas de bricolaje se comercializa el aceite ya preparado para su uso, si bien también se puede preparar en casa, para ello se necesita aceite puro al que habrá que añadir esencia de trementina y barniz sintético para conseguir más brillo. Se mezcla un 50% de aceite, 30% de trementina y 20% de barniz y se calienta al baño maría para acelerar el proceso de absorción.
Del mismo modo que el encerado, el acabado al aceite hay que renovarlo una o dos veces al año en el caso de muebles para exterior, por lo que si además tenemos en cuenta el prolongado tiempo de secado, puede que sea poco práctico para ciertos tipos de muebles ya que no podremos utilizar para colocar objetos sobre ellos hasta que se haya secado totalmente (mesas, aparadores, consolas, etc.).
Resumiendo…
Los acabados para la madera con productos naturales como la cera, la goma laca o el aceite son los que más se utilizan en muebles de madera maciza y con solera ya que resaltarán de forma natural la veta y proporcionarán un acabado rústico.
Para conseguir un acabado con brillo es más apropiada la goma laca, siempre y cuando el mueble no tenga un uso intensivo o vaya a estar en el exterior o expuesto a la humedad. Si así fuera conviene decantarse por el encerado o el aceitado, graduando la intensidad del brillo con más capas de cera o añadiendo barniz al aceite.
Tanto los acabados a la cera como al aceite requieren renovarse una o dos veces al año, siendo una tarea que requiere más tiempo en el caso del aceite. La goma laca no precisa renovación pero sí reparación en el caso de que se produzcan arañazos.
Espero que esta primera parte de la guía sobre acabados de la madera te haya servido para aclarar tus dudas sobre los productos naturales para proteger la madera, cómo y cuándo es mejor utilizarlos. En la segunda parte trataré a fondo los acabados de la madera sintéticos, de esta forma conocerás todas las opciones para saber cual te conviene elegir a la hora de proteger tus muebles.
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