Es tiempo de calabazas
¿Qué sería del otoño sin castañas ni calabazas?
Aquí estoy de nuevo con las producciones en serie. Si acabáis de aterrizar en el blog no conoceréis esta afición mía, pero si me conocéis desde hace tiempo sabréis que de vez en cuando me da por la producción en serie.
Cuando mi niña era pequeña, por su cumple, solía llevar regalitos para todos sus compañeros de clase. Cuando cumplió 5 años llevó al cole unos ratoncitos guardadientes de fieltro, cuando cumplió 6 llevó unas bolsitas para jugar al tres en raya, cuando cumplió 7 llevó unos monstruos come miedos, cuando cumplió 8 llevó unos marca-páginas monstruosamente divertidos, …, y, bueno, también hubo llaveros con inicales, búhos con birrete y alguna cosilla más.
A finales de verano em lancé a hacer llaveros de ganchillo como si no hubiera un mañana, helados, chanclas, peces, … (aun tengo pendiente enseñároslos por aquí) y entrado el otoño me ha dado por las calabazas.
Es lo que toca en esta época, ¿no?
Cuando estaba haciendo la primera calabaza me vino a la memoria un cuento que le gustaba mucho a mi niña cuando era pequeña, «Corre, corre, cabaciña«. Lo cogía en la biblioteca del cole y lo traía para leer en casa una y otra vez. Lo cogió varias veces, no se cansaba de leerlo. Y tenía canción y todo. Ello lo leía, me lo enseñaba, me cantaba la canción. Lo he estado buscando en un ataque de nostalgia (qué rápido pasa el tiempo y qué rápido se hacen mayores). Os dejo el enlace: Corre, corre, cabaciña.
La calabaza, aparte de ser la protagonista de innumerables recetas de esta época del año es la imagen más representativa de Halloween. No se puede pensar en una calabaza sin que nos vengan a la cabeza montones de imágenes de calabazas con ojos, con luces, disfraces terroríficos, …
Es una fiesta que importamos de EEUU, pero ellos a su vez la «importaron» de Europa. En Galicia tenemos la fiesta de Samaín. Es una fiesta de origen celta que se celebra la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre, igual que Halloween. Samaín era la celebración del final de la cosecha y señalaba la entrada en la estación oscura y el inicio del año nuevo. La gente se disfrazaba y ponía nabos en las ventanas en lugar de calabazas. Luego los irlandeses lo llevaron a América y el resto es historia. @oliva_sinhache lo cuenta mucho mejor en este vídeo Samaín, el origen de Halloween.
Después de todo este rollo que os he soltado, vuelvo a las calabazas. Empecé haciendo cinco calabazas para una amiga que es profe de inglés en un cole. La idea era hacer calabazas de diferentes tamaños, formas y colores, para dar pie a trabajar vocabulario en inglés. A mi amiga le encantaron las calabazas y me ha chivado que a los niños también. ¡Qué ilusión! Aquí os dejo un par de fotitos de las calabazas originales.
Le enseñé la foto de las calabazas a otra amiga, a la que también gustaron mucho, me pidió si le hacía dos, luego me dio envidia no quedarme yo con ninguna, así que seguí haciendo, le mandé otras dos a otra amiga, luego se llevó una calabaza una amiga de mi niña que vino a casa y las vio, otras dos se las cogió mi niña, claro, … en fin, que al final perdí la cuenta de cuántas calabazas hice.
Las hice siguiendo un patrón gratuito de Winding Road Crochet. Está en inglés, pero es muy fácil de seguir y viene acompañado de fotos y vídeo, así que se hace sin problema. En el blog tiene este patrón de calabazas pequeñas y gourd. No sabía lo que era eso, y lo tuve que buscar, resulta que es la calabaza alargada con forma de pera. No sabía que tenía un nombre especial, para mí todas son calabazas.
aparte de este patrón de calabazas mini tiene otro de calabazas más grandes de decoración e incluso de calabazas con forma de animales o, más bien, animales con forma de calabaza.
Para todas ellas utilicé hilo de algodón, pero de distintos grosores para conseguir calabazas de distintos tamaños. Los hilos utilizados son DROPS París, DROPS Muskat y DROPS Safran.
Venga, va que no me enrollo más, que seguro que lo que queréis es ver el reportaje fotográfico. ¿Qué os parecen? ¿Os gustan mis calabazas?