Embossing para una lámina decorativa
Estoy segura de que muchas pensáis que el embossing está reservado a las locas del scrapbooking y la tarjetería, eeeeeh?
Pues no; el embossing es mucho más, es una técnica decorativa sorprendente, fácil de hacer y que en un minuto le da a cualquier proyecto un aspecto «pro» alucinante.
Aún recuerdo la primera vez que vi el polvo transformarse bajo el calor del secador… me pareció magia! (al final del post he puesto un pequeño vídeo para que veáis…)
¿qué he usado para esta lámina?
- cartulina gruesa texturizada color crudo
- sellos acrílicos «París» y una base acrílica
- tinta negra de secado lento (en este caso, Colorbox Archival)
- polvos de embossing transparentes
- pistola de calor
- lápiz
- tijeras
En primer lugar, marcamos con lápiz la medida de nuestra mini-lámina y recortamos con tijeras (esta lámina es tan gruesa que con la cizalla no se corta por completo):
Montamos el sello elegido en la base acrílica y preparamos los polvos; la primera parte del proceso de embossing debe ser muy rápida, mejor tenerlo todo preparado y a mano:
Entintamos generosamente, estampamos sobre nuestro soporte y, rápidamente, volcamos una buena cantidad de polvo de embossing sobre toda la zona estampada. No hay que preocuparse por echar demasiado, porque después vamos a recuperar todo el polvo que no quede adherido a la tinta; ahora se trata de asegurarse de que todo lo entintado quede cubierto, para que el efecto salga perfecto.
Una vez todo cubierto, volcamos sobre un folio y devolvemos al bote haciendo una «U» con él 😉
Si no hemos tardado mucho (por eso es fundamental que la tinta sea de secado lento), todo lo estampado quedará cubierto por una fina capa de polvo de embossing. Ahora ya podemos relajarnos.
Tranquilamente, cogemos nuestra pistola de aire caliente y empezamos a aplicarla sobre el motivo, a unos pocos cm de distancia, hasta que el polvo se funde y queda transformado en un relieve brillante.
Os lo enseño en un mini-vídeo:
Y así obtenemos esto: (precioso, eh?)
Ahora le añado un pequeño detalle, se me ocurren un montón, con acuarela, caligrafía, sellos acrílicos de alfabeto…, pero elijo poner la palabra «PARIS» en rojo con una maquinita de éstas…
Y ya está listo para colocarlo en su marco, que no es sino el marco floreado y recuperado del post sobre cómo hacer un cuelga-pendientes 😉
¿a que no pensabais que era tan sencillo? =)