diy: posavasos de mármol
Sí, yo sigo con el tema del mármol, después de los imprimibles de la semana pasada, y hoy os traigo un DIY muy fácil (¡creedme que lo es!) para hacer unos posavasos con este estampado. Además, probando un material nuevo. ¡Vamos al lío!
Ya había visto varios tutoriales en los que mezclaban FIMO (que es esa pasta que tienes que hornear para que se quede dura), y pensé que con mi querida pasta de modelar se podría hacer lo mismo. Pero claro, había que conseguir de distintos colores, no solo blanca.
Por lo tanto, para hacer nuestros posavasos, necesitaremos:
– Pasta de modelar blanca y negra (mínimo). Puede ser la que he mencionado u otra, si encontráis.
– Un rodillo o algo redondo (yo esta vez usé una botella de vino).
– Tijeras, cúter o cualquier objeto con punta afilada
– Un barniz o cola para proteger luego (puede ser nuestro clásico Mod Podge falso).
Lo primero que tenemos que hacer es «churros» de los colores que queramos usar. Luego, los enrrollaremos entre sí y haremos una pelota. Cuando más sobemos la mezcla, más se difuminarán los colores y más conseguido quedará el efecto mármol.
Podéis hacer mucha masa, alisarla y cortar todos a la vez, o hacer pequeñas bolas de forma individual, como yo hice, para que los estampados queden más diferenciados
Lo que yo hacía es crear la pelota, aplastarla, volver a crearla, y luego ya alisar para empezar a cortar. Nada más tocar la pasta, supe que no tenía nada que ver con «la mía». Era mucho más elástica, la textura era distinta, como más esponjosa, y no manchaba absolutamente nada. La pasta de modelar clásica es arcillosa y mancha las manos de blanco. Eso sí, se mezclaba estupendamente.
Una vez tenemos nuestra masa alisada (como veis, yo usé una botella de vino), es el momento de cortar. Para ello, podemos hacernos con cartón un molde de la forma que queramos, y así nos quedarán todos iguales.
Os recomiendo que, antes de cortar, levantéis la masa aplanada y le deis la vuelta un par de veces, para que no se quede pegada a la mesa
La pasta que os sobre de hacer uno, la podéis sumar a la mezcla del posavasos siguiente, y así introduciréis más matices de colores. Como veis, el proceso es el mismo. La verdad es que el estampado de mármol queda bastante conseguido.
También quise hacer dos introduciendo un toque de color, y me decanté por el amarillo y el rosa. Aunque el resultado también me gusta, me quedo con los de la escala de grises.
Una vez los tenemos ya cortados, solo queda dejarlos secar. Como siempre, os recomiendo que lo hagáis una noche entera.
Cuando ya estuvieron listos, aquí llegó mi segunda gran sorpresa con esta pasta de modelar. No se quedaba como cerámica, como queda la otra, dura y resistente. ¡El resultado es como si fuese goma EVA! Es flexible, súper ligera y un poco esponjosa.
Esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Para los posavasos me parece estupendo, porque al ser una especie de goma, pude cortarla luego con las tijeras para perfilar mejor cada uno de los lados del octógono. Además, posavasos puede ser sinónimo de copas, de gente y de que alguno se caiga al suelo, y si fuese de la otra pasta es posible que se rompiera. Con ésta, eso no pasará. Ahora, para manualidades en las que necesitamos un resultado más rígido, como el reloj o la bandeja, esta no nos servirá.
Para los peques, eso sí, me parece muy chula. De hecho el pack está dirigido a ellos, con instrucciones para hacer animalitos y hasta ojos para que se los peguen al final. ¡Y es muy divertida! Cuando haces la bola de pasta, si la tiras, rebota, jiji (sí, podéis imaginarme, cuando llegó Álvaro a casa, me dijo «¿Qué haces jugando con plastilina?«).
Bueno, centrándonos en el tutorial: una vez estén secos, podemos barnizarlos para que sean más resistentes e impermeables. ¡Y listo! Ya tenemos nuestros posavasos de mármol.
¿Qué os parecen?
¿Conocíais esta pasta?
¿Os gusta la tendencia del mármol?