DIY: De vestido a mono

¡Hola otro lunes más!

Este mes de julio se va acabando y con ello los post hasta septiembre, en agosto el blog se toma unas vacaciones que no yo, que estaré estudiando… 

Pero bueno, ¡vamos a lo que nos interesa!

Hoy os quería enseñar un DIY que comencé allá por el año 2013, sí, has leído bien, 2013 y estamos en el 2015… Este fue mi primer proyecto con la máquina de coser, quería convertir una vestido en un mono para el veranito a pesar de no tener ni idea de coser ni idea de patronaje. Así que ni corta ni perezosa compre cinta de encaje del color del vestido, le di forma al escote, hice un corte en vertical a la falda tanto en la espalda como en la parte delantera y pensaba yo que así iba a quedar decente… Bueno, comencé a coserlo, hice el escote al que le cosí el encaje y ni siquierda lleva un dobladillo normal (simplemente una doblez algo chunga), corte la falda y cosí la parte del tiro.

Bueno, pues este proyecto se quedó a medio porque si mal no recuerdo fue el verano que estuve en Inglaterra así que a mi vuelta nada más que tenía dos semanas para estudiar las asignaturas suspensas y disfrutar algo del verano. Como digo, lo dejé apartado hasta hace poco más de una semana que me propuse acabar con todos y cada uno de los proyectos a medio y arreglos pendientes. 

Cuando cogí el susodicho mono, ni os imagináis lo que me reí, ver cúan de mal estaba cosido, es que claro, ¿a quién se le ocurre que lo ideal para estrenarse con la máquina de coser es una tela de punto de algodón? (Las que coséis creo que me entendéis…).

Después de casi dos años, cogí el toro por los cuernos y lo terminé, sin antes arreglar el desaguisado que había comenzado tiempo atrás, claro. Ahora estoy un poco indecisa porque las costuras del escote dan pena y me gustaría descoserlas y volver a coser pero es un bonito recuerdo de cómo cosí la primera vez…, ¿qué haríais vosotros?