DIY – BOTE DE LA CALMA CON NESCAFÉ
Todos sabemos que un niño alterado, enrrabietado e insomne puede convertirse en algo agotador.
Personalmente me dan miedo los niños que lloran, desconozco si les duele algo, tienen hambre o simplemente lloran por aburrimiento (¿Eso pasa?).
Hace poco un amigo me habló del método Montessori, donde se busca el desarrollo óptimo del niño con ayuda del adulto que a su vez es ayudado por el dicho método. Suena demasiado evidente, pero hay mazo de estudios detrás de eso que he simplificado “guarramente” en una línea. Pedagogos y docentes de la sala: no vengan a asesinarme.
Dentro de mi inquietud por el método Montessori descubrí el bote de la Calma y me fascinó, así que cuando mis amigos de Nescafé me propusieron una colaboración pensé en la calma que me aporta mi vasito de Nescafé (descafeinado) antes de meterme en la cama tras las guardias nocturnas, esa misma relajación que necesita un bebé convertido en gremlin mojado en medio de un ataque de histeria.
Y es cierto que atrapa, yo lo tengo siempre a la vista y cada vez que lo veo he de ir a él y agitarlo para embobarme viendo como baila la purpurina en la mezcla de densidades que creé en él.
Así que… hacemos la herramienta anti-berrinches?
El paso a paso es super acelerado, lo justo para captar un único minuto de vuestra atención. Espero que os guste!
Así que espero que os mole, y si es así que lo compartáis en las redes sociales, etiquetéis a los padres y madres desesperados e incluso que os animéis a hacer uno, es muy sencillo y además resulta decorativo!
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