Dino naranjino
Hay proyectos con los que disfruto enormemente de cada paso del proceso y voy admirando mis avances poco a poco y otros en los que no hay tiempo para eso y simplemente hay que tejer a piñón para llegar a tiempo a una fecha.
Un miércoles llegó mi marido a casa por la noche y me pidió que le hiciera un muñeco para hacer un regalo. Las siguientes preguntas son obvias, ¿quieres algún muñeco en especial o puedo escoger? ¿para quién es? El regalito era para el hijo de un amigo suyo que iba a cumplir 2 añitos. Hasta aquí todo iba bien y mi cabeza ya estaba revisando a toda velocidad los patrones archivados en la lista de pendientes que varios corazoncitos al lado a ver cuál me gustaba más para el cumpleañero.
Todo esto estaba procesando yo mentalmente mientras me disponía a hacer la gran pregunta ¿para cuándo lo necesitas? Y, claro, toda gran pregunta recibe una gran respuesta para el viernes. ¡¿¡¿¡¿Para el viernes?!?!?! ¡¿¡¿¡¿En serio?!?!?!
Ahí empezaron los agobios y sudores fríos.
Mi cabeza estaba a punto de estallar. No me da tiempo a hacer un muñeco para el viernes. Tendría que empezar esta noche, mañana trabajo, luego al niña tiene actividades, tengo que acabarlo mañana sí o sí, no me da tiempo, bueno a lo mejor sí, vamos a revisar la bolsa de las lanas para muñecos, qué chulo este naranja, creo que combinado con este otro verde quedaría bien, a ver si le gusta un dino, … venga va, lo intento.
Y así fue como me lancé a tejer este dinosaurio a toda velocidad como si no hubiera un mañana. Sin analizar nada del patrón, simplemente leía y tejía, sin pensar. A pesar de todos mis esfuerzos no llegué a tiempo. El viernes tenía todas las piezas del dino, excepto los pinchos, que sólo había hecho dos. Ooooohhhhh.
Pero no estaba todo perdido. El niño no estaba aquí, disponía de una semana más de margen. Viva, viva. Aunque se trataba de una semana complicada. Fin de semana de actos varios y el miércoles, cumple de mi niña. Necesitaba dejar el dino en espera para hacer los llaveros de las iniciales. Y en espera quedó hasta el jueves, día en el que lo terminé. Y el viernes tenía listo el muñeco. No era el viernes que esperaba mi marido, pero era un viernes la fin y al cabo, jajajajaja.
Al peque le encantó su dino naranja, aunque mi marido y mi niña aun le sacaron algunas pegas. Que si es paticorto, que si los brazos son muy largos, mira mami que en la foto del patrón no son tan largos, …, en fin. El caso es ponerle pegas, con lo bonito que quedó. Yo estoy contentísima con el resultado, es cierto que los brazos le quedarían mejor cosidos en una fila más arriba, pero bueno, cosas que pasan, queda chulo igual, ¿verdad?
El patrón de este dinosaurio es de RoKiKi, es de pago y lo podéis adquirir en su tienda de ETSY pinchando AQUÍ. Viene explicado con todo lujo de detalles y con un montón de fotos. Es una maravilla.
Es un patrón sencillo, no tiene pasos complejos, pero es algo laborioso por el número de piezas que hay que coser. Tardé casi tanto en hacer los pinchos y montar el dinosaurio como en tejer todas las demás piezas. Mi dino tiene un pincho menos que el original. Empecé a coser los pinchos empezando por la frente y al llegar al primero de la espalda me di cuenta de que no me cabía, o al menos, que era bastante complicado coserlo ahí porque me estorbaba el último de la cabeza. Así que no me compliqué, me salté uno y seguí con el resto.
Está tejido con «Eco Luna» de «Valeria di Roma» y aguja de 3 mm. Una vez terminado el dinosaurio mide aproximadamente 20 cm de alto.
Tengo que escoger colores en un hilo un poco más fino para hacer varios dinos coordinados para un móvil infantil. ¿Qué os parece? ¿Quedará bien? ¿Alguna sugerencia para los colores?
Pues nada más, vamos a terminar con la sesión de fotos del dino naranjino, para que podáis ver bien todos los detalles, su expresión tímida, sus pinchos, sus largos brazos, sus cortas piernas, la cola, …
Enlazado con: Handmade Monday #108, Hookin’ on Hump Day #182: Link Party for the Fiber ArtsCrafty Love Link Party (Underground Crafter)