Cómo hacer un cuello Peter Pan: tutorial y patrón descargable
Un cuello Peter Pan puede animar cualquier camiseta o jersei, y colocado en un vestidito sería un extrem makeover vestidil. En resumen, que cambia tu look en cuestión de segundos, en el tiempo que te cuesta acoplártelo. Este en particular es fácil de hacer, sin embargo no verás la etiqueta “sin saber coser”, pues no es que sea difícil, pero si que requiere dos dosis de paciencia y una de maña, pero insisto, complicado no es, sólo maña, paciencia (más que maña), y dos telitas monas, no tiene mayor misterio.
El modelo que os traigo está creado en dos telas distintas, cada una por una cara, el famoso 2×1 para así aprovecharlo en más prendas,
el patrón te lo puedes descargar aquí (click).
Te recomiendo que primero lo imprimas, lo recortes, y entonces veas si se ajusta a tu ropa, sería una lástima que no encajara en ningún cuello de todo tu armario. De todas formas cero sufrimiento: pronto sacaré otro más redondito y adaptable a cuellos convencionales.
Y ahora ya al lío:
Para hacer este cuello Peter Pan necesitamos:
- El patrón
- Tijeras, alfileres, aguja e hilo
- Máquina de coser, plancha
- Telas de dos colores distintos y cinta
- Jaboncillo para marcar
- Pinzas largas para ayudarnos a girar el cuello
1. Lo primero es recortar el patrón, todo lo perfecto que sea el recorte redundará en el resultado de tu cuellecito en ciernes, así que con mimo. Yo el sábado recogí mi colección de tijeras del afilador, estoy como niña con zapatos nuevos, lo cortan todo taaaaaan bien…
2. Las dos telas que tenemos las encaramos haciendo que se toquen derecho con derecho, y sobre ellas fijamos con alfileres el patrón recortado.
3. Una vez bien colocadito trazamos una linea con jaboncillo, pintando el borde del cuello sobre la tela justo en el límite del papel, no es necesario dejar un margen de tela, lo dejaremos al cortar.
4. Desprendemos el patrón y volvemos a unir las dos telitas con alfileres. En esta fase también es muy importante la precisión, tanto como el recortar bien el patrón.
Vamos a poner los alfileres como veis en la foto, de forma que se acerquen mucho al borde porque vamos a cortar alrededor de la línea trazada y no nos vendría bien que se nos separara una tela de la otra, ambas deben ser exactametne iguales.
Como veis, no cortamos sobre la línea que habíamos trazado, sino un centímetro más o menos por fuera de esta, a ojo.
Este es uno de los casos excepcionales en los que no os voy a dar la paliza con el rematar toda la tela, quedaría un borde gordo que al final nos afearía nuestro super cuello tuneador de ropa.
5. La tercera cosa importante a considerar: en las partes curvas de esta prenda vamos practicar unos mini cortecitos. El objetivo es que cuando lo cosamos y giremos, que no quede la tela tirante y con arrugas, que las curvas queden bien definidas. Pero ojo, no nos pasemos con el cortecito, no debe llegar cerca de la línea azul, de lo contrario sería un fiasco porque la tela se desgarraría, y eso no nos interesa, no.
6. Hechos los mini cortes en las zonas curvas, en todas ellas, nos sentamos ya delante de la máquina de coser, la parte que más nos gusta, la que da los resultados, ¿si?.
Vale, pues aquí no hay nada especial a tener en cuenta. Lo único va a ser pasar el pespunte por encima de la línea trazada con jaboncillo sin salirnos de ella, este pespunte va a ser lo que defina el borde de este cuellecito.
7. No obstante debemos dejar dos aberturas, una a cada lado del cuello como veis en la imagen de aquí abajo. Si vuestra máquina de coser tiene remate de puntada, utilizadlo, al girar el cuello lo agradecereis porque no se descoserá nada, y eso mola.
8. Ademas le vamos a cortar las esquinitas de los extremos, por si no me explico, los triangulitos de tela que se ven sueltos en la foto, eso es.
9. Ahora viene el momento paciencia:
por una de las dos aberturas que dejamos sin coser giraremos la pieza entera. Esta es la parte que requiere paciencia, es simplemente paciencia y nada más, pero el resultado merece la pena, ya verás. Las pinzas nos van a ayudar a empujar la tela y a estirar de ella con mucho cuidadito.
Una vez dada la vuelta, podemos perfeccionarlo empujando la tela con ayuda de las pinzas, sobre todo en las esquinas rectas para que quede bien cuadradito.
10. Y ahora ya, un toque de plancha, y ya casi casi tu armario ropero tuneado 🙂
A partir de aquí lo cuento todo en modo telegrama porque es muy rápido, para que veias de verdad que no queda nada, comienza la marcha atrás: 3, 2, 1, y despegando
3. Con la puntada más disimulada que puedas, cose las dos aberturas que dejaste.
2. Plancha los bordes de la cinta (dos cintas y dos extremos, en total cuatro) doblándolos dos veces sobre sí mismos para que no se deshilachen; y únelos a los extremos del cuellecito con alfileres.
1. Cóselo a mano para que quede más cuqui, y si te apetece, en los extremos pon unos botoncitos para que sea bien coquetón.
Y voila, tu cuello Peter Pan encantado de tunear parte de tu armario o de prendas que aún puedes comprar con la excusa de este tutorial, está a tu entera disposición,
te quedó estupendo, ¿si?
Al ser bicolor, mira cómo queda de un lado y del otro:
Como le hemos puesto una cinta el cuello puede colocarse más o menos largo, dependiendo del modelito sobre el que lo queramos poner, además la cinta también tiene su gracia, ¿no te parece?. Y recuerda, en nada vuelvo a sacar otro patrón de uno más redondito, que yo también me he encaprichado, así si te gusta pero no encaja en tu ropita, tendremos otro que sí lo hará ♥♥♥
¿Te animmas con el cuello Peter Pan?, no tengas miedo, que no es difícil, insisto, pero sí que requiere cierta precisión y mimo, no hay más, pero así como con este vestido, o esta bolsa reversible, o esta funda, os decía que no hace falta coser, aquí hay que ir con un poco de cuidadín, y si lo tienes el cuello ya es tuyo.
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