Chaqueta de punto y polipiel de un cardigan básico -DIY-
Hola creativas, hoy vuelvo un poco a mis inicios con un tutorial para customizar, reciclar y dar una nueva vida a una prenda que seguro que casi todas tenemos en el armario, siguiendo la moda de los apliques en piel o polipiel. Hoy transformaremos un cárdigan básico y aburrido en una chaqueta de punto y polipiel combinada de lo más actual y de forma sencilla.
Para hacer nuestra chaqueta de punto y polipiel solamente necesitaremos:
- Un cárdigan de punto básico, da igual el tipo de escote que tenga, en v o a la caja, lo importante es que no lleve las mangas raglán y que la unión entre la espalda y los delanteros sera recta.
- Una pieza de 50 cm de piel o polipiel finita, de venta en tiendas de telas en rollos de 140 cm. de ancho. Necesitarás todo el ancho de la pieza.
- Nuestros útiles habituales de costura
- Y cómo último ingrediente… ¡no tener miedo a cortar el cárdigan!
Chaqueta de punto y polipiel transformando un cardigan básico -DIY-
1. Cortar los delanteros del cárdigan
En primer lugar, comenzaremos cortando los dos delanteros del cárdigan. Nos guiaremos por las costuras dejando aproximadamente 1 cm. de margen para poder unir las piezas de polipiel.
2. Preparar la pieza de polipiel
Una vez cortados los delanteros, pasamos a cortar la polipiel y a dar la forma de las sisas. Para ello, deberemos doblar por la mitad nuestra pieza de polipiel, de modo que nos queden dos rectángulos de aproximadamente 50 cm x 75 cm. Si en la tienda de telas han sido generosos y os han cortado la tela un poquito más ancha (en la mía lo suelen hacer siempre…), dejadla tal cual esté, es decir, si en lugar de 50 cm os han cortado 55 o 60cm. dejad las piezas así, ya tendremos tiempo de cortar a nuestro gusto cuando la chaqueta de punto y polipiel esté casi acabada en el último paso.
Después, deberemos marcar las sisas en las piezas de polipiel. Para ello, nos ayudaremos de los delanteros que cortamos en el paso anterior. Recuerda hacer todas las marcas sobre el revés de la polipiel.
Una vez marcadas las sisas y los hombros sobre la polipiel, deberemos cortar nuestros nuevos delanteros, siempre a un par de centímetros de nuestra marca, un centímetro lo usaremos para las costuras, y el otro se lo debemos dar para que tenga el tamaño exacto del delantero.
De este modo, obtenemos dos piezas casi idénticas ya que cada una de ellas lleva la sisa a un lado diferente.
3. Unir los delanteros de polipiel al cárdigan
Ya tenemos preparado nuestro cárdigan y nuestras dos piezas de polipiel para los delanteros, y sólo nos queda unirlo todo para conseguir nuestra chaqueta de picos y polipiel. Para ello, deberemos encarar los derechos tanto de las piezas de polipiel como del cárdigan, e ir uniendo y asegurando con alfileres siguiendo las líneas marcadas en los hombros, sisas y costados.
Después, deberemos asegurar todo el trabajo con un pespunte a máquina. En este punto, deberéis ser pacientes y hacerlo con mucho cuidado evitando estirar la pieza de punto para que no forme rizo.
Una vez terminadas las costuras a máquina, deberemos cortar todo el sobrante y remallar las uniones para dejarlas más bonitas con una puntada en zig zag. Si disponéis de remalladora, os evitaréis tener que cortar primero y luego rematar las uniones, ya que la misma máquina va cortando mientras remalla el filo. Para este acabado yo he usado la máquina Singer Overlock 14SH754, de venta en Lidl (un par de veces al año) por 150€, y de la que os hablaré en otro post.
De todos modos, aunque me encantan los acabados de una remalladora, como os he comentado antes, con una máquina de coser convencional podréis realizar este proyecto igualmente con los mismos resultados. Cualquier máquina de coser doméstica, sea cual sea, os servirá.
4. ¡Un poquito más de tijera para finalizar!
Ya tenemos todo el trabajo gordo hecho, solamente nos queda afinar un poquito más los acabados y cortar los delanteros a nuestro gusto.
Deberemos emparejar los bajos de nuestra chaqueta de punto y polipiel para que forme una línea continua. Como podéis observar, yo lo he cortado a ras ya que no le voy a hacer dobladillo a la tela, al tratarse de polipiel muy fina apenas deshilacha y de esta forma tendrá mejor caída el delantero. Por esta misma razón, debéis prestar especial atención en este punto para ir cortando de forma recta y pareja evitando que se formen escalones y “eses” en el corte.
Para finalizar, vamos a cortar los delanteros. Podéis optar por dejarlos rectos o cortar en diagonal (cómo muestro en la foto) para que se forme un poco más de pico en la zona de abajo cuando se lleva chaqueta de punto y polipiel puesta. Las medidas finales deberán depender el tamaño del cárdigan y de vuestro gusto personal. Yo he optado por cortar la solapa a la altura del comienzo del hombro contrario (en mi caso 19 cm.) y dejar en la parte de abajo todo el ancho de la tela (50 cm.)
Y ya tenemos nuestra chaqueta de punto y polipiel lista para combinar a nuestro gusto. Lo cierto es que me costó decidirme por la combinación de colores… no me decidía si poner el cárdigan beige y los delanteros en negro, o beige con polipiel marrón, o incluso el cárdigan crudo combinando los delanteros en antelina cámel en lugar de polipiel… ¡las combinaciones son infinitas y elijáis la que elijáis seguro que es un acierto!.
No pedemos negar que el cambio de la prenda es rotundo, ha pasado de ser un simple cárdigan sin personalidad a una chaqueta de punto y polipiel que se convertirá en el centro de cualquier look.
Y vosotras ¿que combinación de colores elegiríais? ¿cómo combinaríais esta chaqueta? Yo que soy de básicos me encanta con una camiseta blanca, vaqueros desgastados y zapatillas blancas, pero me muero por escuchar vuestras sugerencias para que podamos sacarle más partido.
Por cierto, si os va esto de las transformaciones, no os podéis perder este otro tutoríal para transformar un cárdigan básico en una chaqueta tipo chanel y si no os queréis perder ninguna entrada recordad suscribiros a la lista de correo del blog un poquito más abajo y recibirás un mail cada vez que haya algo nuevo por aquí.
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¡Besos!
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