Capítulo III Conjunto para boda: La Blusa
¡Buenas tardes artistas!
¿Qué tal el fin de semana? Cada vez se pasan antes, ¿verdad? Porque Domingo a las siete de la tarde, para mí ya es casi Lunes?
Bueno, vamos a continuar. En el capítulo anterior, conseguí solucionar el tema de los pliegues, de los botones, de las presillas… Así que sólo tuve que hacer el dobladillo y algún ajuste y la terminé.
Ahora toca hablar de la blusa…
Hice unos cuantos experimentos y pruebas antes de tocar la tela buena (ya os dije que era bastante cara, así que no quería arriesgarme a fastidiarla).
Lo primero que hice fue buscar un patrón base de blusa para desde ahí empezar a modificarlo. La blusa que venía en la foto del conjunto era de un hombro y de tirante, pero yo no la quería así. Yo la quería con la espalda abierta en uve y cuello de barco. No quería que fuera sin mangas, quería una manga tipo volante pero corta.
Así que hice la primera prueba. Además, para no desperdiciar tela a lo tonto, la hice en miniatura, así que hice el patrón a escala y lo modifiqué como creía que iba a obtener el resultado que yo quería.
Este fue el patrón que me salió. Modifiqué el cuello para que fuera de barco y la espalda para fuera abierta. Las que entendéis del tema, ya sabéis lo que va a salir de ahí. Pero para que os riáis un poco, os pongo la foto. Además, le puse lo que querían ser las mangas. Qué show…?
En fin… Ya veis que no tiene nada que ver con lo que yo quería. Así que tocaba seguir haciendo pruebas. La parte de delante sí me podía valer, pero la de atrás no tenía nada que ver. Para empezar, la abertura no era en pico, y además, no era abierta hasta donde yo quería. El siguiente patrón que me salió fue éste.
Como podéis ver, ahora el pico llegaba hasta donde yo quería (mi intención era llevar la blusa por dentro de la falda y que la espalda quedara descubierta). Hasta ahí bien, pero… ¿qué pasó? Que el tiempo empezó a cambiar y ya hacía un fresquete que no era para ir sin mangas por ahí (la espalda me daba igual, así soy? )
Entonces dije: “Bueno, la hago igual, pero de manga larga”. Muy fácil para ser yo, ¿no? Evidentemente había un problema: no tenía suficiente tela?
No iba a ir aposta al centro a por la poca tela que me faltaba, así que decidí apañármelas como pude… ¡Imaginación al poder!
Lo primero que se me ocurrió (porque ya había hecho el cálculo y vi que no me daba para el cuerpo y las mangas por separado con la tela que yo tenía), fue coger una camiseta de manga larga y utilizarla como patrón para hacer la blusa de una pieza. Utilicé otras telas para el experimento of course. Y esto fue lo que salió…
La verdad es que no me desagradaba el resultado, aunque iban a quedar unas costuras en las mangas que no me convencían. No obstante, hice la prueba con mi tela… y mala suerte la mía que de esa forma tampoco me llegaba…
Entonces me vino otra luz y me dije: “Bueno, no tienen por qué ser mangas largas, pueden ser mangas 3/4”. Cogí patrones de mangas base, les dí el largo que quería, y ¡a experimentar otra vez! Pero esta vez, a tamaño real.
Lo primero es lo primero. Saqué el patrón ya con mis medidas. El de la izquierda es el delantero y el de la derecha el trasero. Ahora tocaba pasarlos a la “tela de pruebas” jejeje
Colocamos el patrón encima de la tela, sujetamos con alfileres y marcamos con la tiza o el marcador que uséis. También hay que marcar las pinzas. Como la tela está doble, para pasar el patrón a la otra cara, pasamos unos hilos flojos (es como hilvanar pero dejándolos flojos) por toda la forma del patrón (incluidas las pinzas).
Después, con cuidado, cuando abres la pieza vas cortando los hilos y así se te queda marcado el patrón en las dos caras.
Aquí veis que ya están marcadas las líneas del patrón en los dos lados. Ahora hay que unir las dos piezas y preparar las mangas. Saqué el patrón base y el proceso para hacerlas con tus medidas del blog de Skarlett. Se explica de maravilla y no vais a tener ningún problema para entenderlo. Éste fue el resultado de mi manga.
Hice la otra (en otro color, al final me gustó el rollo bicolor, lo cual me ha dado más ideas? ) y así quedó el “engendro” que yo le llamo?
¡Jajajaja! ¿A que mola? Yo lo miraba después y decía: “Oye, pues me gusta para hacerlo bien y con telas en condiciones”, así que ya tengo hecha la nota mental?
Me sirvió para ver lo que yo quería, que iba a quedar bien, la espalda abierta hasta donde yo quería y las mangas 3/4.
Ahora empezaba lo serio, y era hacer todo eso con la tela buena… ¡Qué miedito!
Ya sabéis lo que viene ahora… El resultado, ¡en el próximo capítulo!
Gracias por estar ahí y por leerme. Nos leemos prontito
¡Besitos!❤
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