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cambio de armario: limpieza, ideas y orden

Con la llegada del calor, toca hacer frente a una tarea temida por muchos: el cambio de armario. Hay que dejar paso a la ropa más veraniega, más fresquita, y guardar los jerseys y los abrigos.

Pero lo ideal no es limitarte a sacar una ropa y guardar la otra. Es un buen momento para hacer limpieza, poner todo en orden y organizar tu colección de prendas. Obviamente lleva más tiempo, pero es muy satisfactorio ver el resultado final.

Hacer limpieza de ropa es algo que hago, yo creo, desde que era adolescente. No le tengo especial apego a la ropa, y supongo que tanta mudanza y tantos viajes durante mis años universitarios también me incitaban a aligerar el armario. Ahora es algo que está más de moda con Marie Kondo, pero ha existido siempre. Si aún no te has sumado a este hábito, ¡es el momento!

En mi caso, yo no hago como recomienda la japonesa, que dice que solo hay que quedarse las prendas que te hacen feliz. A mí una camiseta no me da felicidad, me viste. Así que sigo mi propio método, que he ido aplicando durante todos estos años, y me funciona.

Debo decir que no tengo mucha ropa. No soy de esas personas que tiene siete pares de vaqueros prácticamente iguales. Sí que he tenido otras épocas en las que me volvía loca con las rebajas y las prendas a 2-3€, pero últimamente intento ser más consciente con mi consumo (aunque reconozco que de vez en cuando me sigo comprando prendas no necesarias y que luego no me pongo mucho).

No tener mucha ropa me permite utilizar más la que tengo, por eso me es más fácil aplicar las «premisas» que os voy a contar a continuación. Si tienes uno de esos armarios llenísimos de prendas de años y años, a lo mejor te cuesta más tomar decidiones, pero con más razón necesitas meterle mano 😉

Armario soñado: blanquito, en una habitación tipo vestidor, bien decorada… Pero la realidad no siempre es así 😛 ¡Hay que sacarle partido a lo que tenemos! Créditos

Así hago mi limpieza y cambio de armario:

1. Primero, pongo toda la ropa de temporada encima de la cama. Esto siempre nos permite asustarnos y decir «¡pero por qué tengo tanta!». En este punto no añado ni pijamas ni mi ropa de estar por casa (que es, básicamente, mi uniforme, porque trabajo aquí, pero eso lo hago aparte).

2. Voy cogiendo prenda por prenda y analizo que cumpla estas premisas:

– Me gusta
– Me queda bien
– Está en buen estado
– Me la he puesto esta temporada

Como hago este proceso cuando finaliza una temporada, me acuerdo fácilmente de si la he usado o no. Esto, como he dicho arriba, igual es más complicado para las que tienen mucha ropa y de verdad les dan nuevas oportunidades tres o cuatro años después. En mi caso no es así, sé que si no me he puesto algo durante un año entero, no voy a volver a hacerlo.

Igual con los gustos, a mí la ropa deja de gustarme y prefiero deshacerme de ella antes que guardarla «a ver si vuelvo a sentir el flechazo». Y tampoco soy confiada con los «esto ya no me entra pero como voy a adelgazar… Me lo quedo». Si no puedo ponérmelo, fuera.

He de decir que si tengo una prenda muy especial (con valor sentimental, que sea vintage y muy molona, que sea muy buena, etc) y no cumple las premisas anteriores, sí me la quedo. Pero con la ropa low cost ¡no hay piedad ninguna!

3. Según el resultado del análisis anterior, voy separando la ropa en diferentes montones:

– Lo que me quedo
– Para donar (a ONG, familias necesitadas, etc)
– Para regalar (a amigos o familiares que sé que les puede gustar esta prenda)
– Para vender (prendas que están muy bien y me da pena deshacerme tal cual, si puedo sacarles algo, pues ole)
– Para tirar (cosas que ya están en muy mal estado)
– Para customizar (si algo no me gusta tal cual pero creo que puedo darle una vueltecilla).

El otro día, tras hacer clasificación, esto es lo que saqué: la bolsa de hojas es la ropa de invierno para guardar; las tres de basura siguientes, para donar; la de papel, para regalar; la de supermercado, para vender; y la última, para tirar. 

4. Saco la ropa de la temporada anterior y hago el mismo proceso. En mi caso suele ser más rápido, porque ya hice esta limpieza cuando la guardé, pero siempre hay alguna prenda que tenía en duda que decidí conservar y cuando la veo opto por decirle adiós.

5. Guardo la ropa la temporada pasada y me quedo con la nueva.

Supongo que no estoy inventando nada, pero así lo he hecho durante muchos años y me sigue funcionando. El siguiente paso sería colocarlo todo en el armario y ordenarlo bien.

Ordenar los armarios

Reconozco que el orden en los armarios es una tarea pendiente. No tenemos mucho espacio en esta casa (comparado con el piso anterior, que teníamos unos armarios con doble fondo en los que casi que podía meter una cama y dormir dentro), y siempre tenemos un poco de caos.

Así que, como me encuentro en pleno proceso de organización, he optado por añadir a este post 10 ideas, consejos e inspiración para que nuestro armario no nos agobie. ¡Yo estoy aplicándolos!

Eso sí, son ideas para aplicar a armarios reales. Por Pinterest vemos vestidores y estancias increíbles, preciosas, espaciosas y súper ordenadas pero sé que, en la mayoría de los hogares, esa no es la realidad. La mayoría tenemos armarios pequeños, feos, y tenemos que sacarles el máximo partido posible.

Armario ordenado pero «real» de Ikea

1. Limpieza y buen olor: Como hemos vaciado todos los armarios para hacer la clasificación de ropa, es un buen momento de darle una buena limpieza por dentro y renovar ambientadores o bolsas de olor. ¡Que el armario huela bien es un gustazo!

2. Clasifica tu ropa por tipo: Esto viene bien hacerlo antes de guardarla (de nuevo, creamos diferentes montones), así nos daremos cuenta de qué prendas abundan en nuestro armario, y así sabemos qué espacio necesitamos. En función de esto, podemos organizar los espacios y decidir dónde vamos a situar cada tipo de ropa. Hay quien luego la coloca por color, porque queda más bonito, pero a mí no me parece muy práctico.

3. Aprovecha el espacio con cajas: En la mayoría de los armarios hay espacios «tontos» que no son cómodos para el día a día y que al final sirven para acumular cosas sin orden. Ocurre en los altillos o en las partes de abajo. Para ello, las cajas son tus mejores amigas: quedan bonitas y nos permiten guardar de forma ordenada aquellas prendas o complementos que no usemos a diario. Si no te sobra el espacio, también puedes colocar, en un momento dado, algunas cajas bonitas en el suelo.

4. Usa accesorios: Las personas que montan su armario con Ikea se lo tienen muy estudiado, pero cuando llegamos a una casa con armarios «normales» muchas veces nos olvidamos de todas las posibilidades que tienen. Por eso es buena idea comprar algunos accesorios que nos vendrán genial para aprovechar cualquier recoveco o espacio: ganchos, estantes plegables para ganar dobles alturas, separadores para los cajones, estanterías de tela

5. Herramientas extensibles: De la misma manera, un accesorio que me parece súper útil son las herramientas extensibles. Perchas, ganchos, colgadores… No tienen que estar siempre fuera, solo cuando los necesitemos, y así ahorramos mucho espacio.

6. No olvides los complementos: Muchas veces nos centramos en la ropa pero olvidamos poner orden en los complementos: la bisutería, los pañuelos, los bolsos, también requieren su limpieza de vez en cuando, y hay que pensar dónde colocarlos de una forma eficiente. Por ejemplo, no merece la pena reservar un cajón entero a pañuelos si no tienes muchos, puedes colgarlos en una percha detrás de las puertas del armario.

7. Doblado Marie Kondo: Reconozco que aún no lo he puesto en práctica, porque estamos faltos de cajones y quiero comprar una cómoda, pero para determinadas prendas (camisetas, ropa interior, vaqueros), me parece muy útil el doblado que propone Marie Kondo y creo que queda muy visual y cómodo.

8. Perchas iguales: Ya que estamos poniendo orden y queremos que todo quede armonioso y bonito, debemos prestar atención a los detalles. Ayuda mucho, por ejemplo, que todas las perchas sean iguales (aunque sé que es difícil porque vamos coleccionando perchas de aquí y allá). A mí me gustan especialmente las perchas de terciopelo: son más estrechas que las de madera y la ropa no se cae. Si eres manitas con las agujas, también puedes forrar las que tengas por casa con trapillo, como enseñé en este post.
Y muy importante: ¡poner todas para el mismo lado!

9. La ropa de otra temporada: Hay que guardarla convenientemente. Esto dependerá del espacio que tengas: en el trastero, bajo la cama, en el altillo… Yo utilizo esta bolsa de Lycka, en la que me cabe absolutamente todo y la meto debajo de la cama del cuarto de invitados. Si tienes poco espacio, me parecen súper útiles las bolsas que envasan al vacío con la aspiradora.

10. Pequeños tips caseros: Por Internet hay muchos trucos que nos ayudan a organizar y ahorrar espacio con objetos comunes: colocar las anillas de las latas de refresco en una percha para poder colgar una más debajo, un escurreplatos para clasificar los clutchs o bolsos finos, anillas para colgar los vaqueros de una de las trabillas, cajas de cereales para guardar chanclas… ¡Las opciones son infinitas!

1, 2, 3, 4.

EXTRA: No sigas nada al pie de la letra: Si quieres seguir los tips de Marie Kondo pero te dice que no uses «pilas» de jerseys y a ti te resulta muy cómodo, hazlo. Si ves por ahí que es mejor no poner los zapatos de X forma y a ti te gusta, hazlo. Al final lo que queremos es que el armario sea práctico para nosotras, así que hazlo todo a tu gusto, inspirándote en ideas y consejos de otras personas, pero haciéndolo tuyo.

Como digo, yo me encuentro en pleno proceso de organización. Echo de menos en casa una buena cómoda, así que ya estoy buscando una que me guste, y en cuanto la tenga podré organizar los demás espacios. ¡Pero tengo muchas ganas de verlo todo ordenadito!

¿Qué trucos usas tú para limpiar y ordenar tu armario?

¡Feliz viernes!

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