Reconozco que no soy muy fan de los calendarios de advientos (de hecho, este es el primero que sale en el blog). Supongo que es muy divertido y entrañable cuando tienes un hijo y lo preparas con todo el cariño para poder ver cada día la carita de ilusión al descubrir la sorpresa que le ha tocado, la emoción de esperar hasta el día siguiente…..
Pero cuando tienes cuatro hijos, como yo, la ilusión de preparar el calendario de adviento se convierte en un trabajazo de narices que hace que me apetezca más bien poco. (Sin contar el gasto que supone hacer 96 regalitos!!!!!).
El caso es que este año se me ha cruzado el cable y pensé que si mis hijos mayores había disfrutado del calendario cuando eran más pequeños, los pequeños también tenían su derecho, pero que si lo hacía para los pequeños los mayores también querrían. Total, que me he liado la manta a la cabeza y este año si tendremos calendario.
Lo que no quería de ninguna de las maneras era preparar cuatro calendarios distintos. Quería que con uno para los cuatro hubiera suficiente, así que he hice con este pensando en meter en cada cajita cuatro sorpresitas, una para cada uno.
La casita la compré aquí, pero seguro que en alguna tienda cercana tienen porque son bastante comunes.
Después solo tueve que hacerme con unos cuantos papeles coordinados, bonitos y navideños para poder decorarla y unas pegatinas para poner los números.
En un ratito la tuve hecha. Rápida, rápida. Así que las más rezagadas aún estáis a tiempo de preparar vuestro calendario de adviento.
Después lo más difícil fue conseguir las sorpresas que meter en los cajones. Estaba un poco limitada en cuanto al espacio. Os cuento lo que yo puse por si os da alguna idea.
– Sellos de estampar.
– Gomas de colores.
-Clips divertidos.
– Coches pequeñitos.
– Anillos.
– Pelotas de goma.
– Canicas.
– Barras de plastelina.
– Adornos para lápices.
– Cromos.
– Muñecos de plástico (minis, minis).
– Alguna moneda.
– Chuches y chocolates.
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