Anécdotas de nuestra boda segoviana
LittleAna se nos ha enamorado (no entraré en detalles, no vaya a ser que dentro de unos años lea esto y me deje de hablar o algo). El caso es que últimamente se muestra muy interesada en temas de, como lo llama ella, casamientos. Así que aprovecho y ya le hago un homenaje a los 10 años de casados que hemos hecho David y yo este año.
¡Ay qué jovenzuelos! |
Allá por 2005, el 3 de septiembre juntamos en Segovia a un buen puñado de amigos y familia, nos lo pasamos fenomenal, fue una gran fiesta. Afortunadamente hace 10 años no existía Pinterest y el tema «decoración y diy varios» fue de lo más sencillo y nada estresante.
Como no quiero enrollarme mucho (que lo haré) me apetece contaros algunas anédotas sueltas ¡allá van!:
1.800 toneladas de piedra y tres monjas heridas
Nosotros nos casamos por la iglesia y por entonces, para conseguir fecha, tenias que reservarla con un año de antelación.
Queríamos casarnos en Segovia sin ser segovianos y eso nos dio algún que otro quebradero de cabeza pero finalmente conseguimos que en el Santuario de Nª Señora de la Fuencisla (Patrona de Segovia) nos confirmasen día.
Pasaron los meses, fuimos avanzando con los preparativos y en abril, coincidiendo con mi cumple me despierta David (que ya salía para trabajar) diciendo que le parece haber visto en la tele que se había derruido parte del santuario hiriendo a tres monjas.
Yo volví a quedarme frita (una sana costumbre que tenía antes de tener hijos) y como tres horas después, en la oficina, recordé que había soñado algo de que nuestra Iglesia se había caído.
Busqué en internet y ¡ahí estaba la noticia!: Tres monjas resultan heridas al caer 1.800 toneladas de piedras sobre el santuario de la Fuencisla de Segovia.
Me llevé un disgusto (que ahora me parece una tontería) porque en todas las publicaciones de «cómo organizar una boda» te decían que o reservabas con un año de antelación o ¡hasta luego cocodrilo!.
Fuimos ese fin de semana a Segovia, nos dijeron que La Fuencisla quedaría apuntalada hasta que fuese revisada y que nos buscásemos otra Iglesia. Así pues nos fuimos David y yo de tourné con mi padre que, una vez más usó una frase muy suya: Ya verás como esto es para mejor.
Y, bueno, nadie sabe si fue para mejor pero desde luego nuestra boda fue muy divertida y emocionante.
Foto original |
Trucos de abuelas
Mi abuela es una mujer pícara e increíble de las que os tendré que hablar algún día . Cuando supo que nos casaríamos en Segovia por septiembre le preocupó que pudiese hacernos malo y que la lluvia desluciese a su blanca y radiante nieta.
¿Qué hacer? Tomad nota que aquí va el truco de la abuela Lola: -Tú no te preocupes Ruth (siempre me llama como a mi prima), yo me meto el paraguas en el bolso… que cuando una lleva paraguas no llueve-
¡Y funcionó, cómo pegaba el sol ese día!. En Casa Real no se saben estos truquis y la pobre Letizia no lució como servidora.
Vía (es un DiY que mola mucho, os lo recomiendo) |
Sugar tinoninonino… oh honey honey!
A mi madre le encantaba fantasear sobre mi boda, ella se casó por el juzgado con jersey azul marino, falda de cuadros tableada y melena suelta (no he visto novia más guapa) pero con el tiempo se le quedó la espinita del vestido largo y blanco. La faena (por decirlo de alguna manera) es que no pudo estar a nuestro lado en nuestra boda así que ya os podéis imaginar la carga dramática.
Yo no quería llorar ese día, entre otras cosas porque no sé llorar manteniendo el tipo (envidio a esas personas que sabes que lloran porque simplemente les caen lágrimas y ya) y David, que me conoce como si me hubiese parido me dijo ¡tú no te preocupes, ya haremos algo!.
Así pues, allí en el altar, en cuanto el cura decía cosas del estilo «por aquellos que no están con nosotros» David me decía al oído: -¿oye, qué habíamos pedido de entrantes?- o me cantaba cosas ridículas: -sugar tinoninonino… oh honey honey!- y mano de santo, lo recuerdo con mucho cariño.
Padre e hija en busca del vestido de novia. De entre todos los catálogos, webs y tiendas elegimos el mismo, me lo probé y listo ¡eso es compenetración!
La chica que me maquilló fue también a casa de David a ponerle antiojeras, cuando llegó se encontró al novio jugando a la petanca ¡me iba a casar con un viejoven!.
En una de las pruebas de peinado una peluquera se empeñó en que era demasiado joven para casarme. que me lo pensase mejor (fue demasiado insistente).
En el restaurante pasaron de nuestro recopilatorio de música y abrieron el baile con el «Bailar pegados» Sergio Dalma ¡no lo soportamos!
Como fue una boda Segoviana David y yo partimos el cochinillo a golpe de plato y lo lanzábamos al suelo (el plato). Es muy diver y descargas tensiones, más que recomendable.
Y hasta aquí el último post del año, me ha quedado como uno de esos capítulos que las series hacen por Navidad recopilando flashback de otros capítulos.