Adios frio en el comedor!
Nos os ha pasado nunca que viendo una super casa en algún programa de tv os habéis preguntado: Y cómo narices calentarán todo eso?
Eso hoy me viene como anillo al dedo para enseñaros el último tuneo que hemos hecho.
Siempre explico que al comprar la casa la entrada quedaba separada del resto: El comedor tenía un ventanal de aluminio color cobre que cerraba con llave y lo aislaba. Eso puede resultar muy útil, e incluso nos hubiera permitido dejar la entrada siempre abierta, como en las casas de pueblo, pero nosotros queríamos unificar y ya de paso ganar espacio visual en el comedor, que es muy pequeño. Así que lo primero que hice en cuanto la casa ya era nuestra fue liarme a patadas con la «mampara».
En la siguiente foto la veréis, ya sin las ventanas. Por aquel entonces YONOLOTIRARIA aún no existía y no pensé de hacer las fotos del proceso.
Podéis ver el resto del cambio radical del comedor y la entrada mirando los post que escribí en su día.
Cuestión, que desde hace casi 5 años el comedor luce así (también esta foto es antigua, sorry):
Como veis la mampara se quitó y en su lugar puse 2 estanterías de lo más barato que salvan el desnivel.
Es guay cuando en verano desde el sofá y con la puerta abierta ves quien llega o quien pasa por la calle. Además estéticamente fue un acierto que agranda el mini-comedor para 2 que tenemos.
Estoy muy contento con mi estancia-entresuelo, es original, cuando llegas a casa y hay alguien da una sensación de escenario muy divertida (recuerdo que al principio bromeábamos bastante con ello).
Peeeero (y siempre hay que buscar los peros para mejorar) el problema es el invierno. Si os fijáis la entrada es grande, tanto como el comedor en sí, y el techo es altísimo, por lo que calentar todo eso es un derroche de leña (calentamos el comedor con la chimenea) bastante gordo.
Así que me he dicho: de este año no pasa!
Y manos a la obra! había que buscar una solución para poder «recoger» el calor sin tener que rechazar a tener un comedor abierto como teníamos. Así es como se me ocurrió los estores enrollables.
También me planteé una cortina normal y corriente, pero me daba la sensación que recogida se vería demasiado y en verano solo sería un estorbo.
En un viaje a los chinos (no sé que me ha dado ultimamente por ellos) encontré 2 que me encajaban justo justo en el hueco, y su precio no era ninguna barbaridad, en total 23€!
Para más Inri resultó facilísimo colocarlos, ya que los atornillamos a la viga de madera, y en un plis ya tenía mi comedor subiendo la temperatura de manera exagerada (ahora la chimenea solo calienta el comedor y la cocina, es decir, la mitad de espacio que antes!)
Desde dentro no me desagrada el resultado, cogí un color igual que el sofá, vigas y las lámparas, que contrasta genial con el verde y el blanco.
Ahora en el comedor se está de lujo, tanto que ahora mis días libres son: estor, sofá, peli y manta 😉