El súper, el restaurante de Ikea o una tienda de ropa son lugares donde tienes una oportunidad para reciclar.
Hoy te cuento 9 reciclajes que puedes hacer en tu vida diaria casi sin darte cuenta, con el simple gesto de guardar en lugar de tirar:
¿Qué haces con las bolsas de plástico de la charcutería? ¿Tiras los guantes después de escoger la fruta en el súper? Cuando compras zapatos, ¿Le pides al/la dependiente/a que te de la caja? Y el tíquet de la compra, ¿Lo guardas después de pagar?
A continuación te doy 9 ideas con las que puedes reciclar y reutilizar elementos que nos encontramos a diario y que pueden tener una segunda vida:
1. Los guantes de la frutería del súper: para proteger las manos en los DIY. Después de despacharme el género, en lugar de tirarlos a la papelera los guardo y los reutilizo para pintar, lijar o cualquier otra actividad que necesite tener las manos protegidas, como cuando pinté la bicicleta con pintura en spray (aquí):
2. Las bolsas de plástico de la charcutería: para congelar alimentos. Son bolsas pequeñas que siempre quedan limpias porque en esta sección te lo dan todo envuelto en papel. Cuando llego a casa meto el género en túperes y a la nevera, y las bolsas las guardo para cuando necesite congelar algo. No son tan cuquis como las que tienen autocierre, pero cumplen igual de bien:
3. Las cartas del banco o de publicidad: para que los pequeños artistas hagan sus obras de arte. Ahora ya no nos llegan tantas porque te lo mandan al mail, pero cuando #laniña era pequeña guardaba las que tenían la parte de atrás limpia y las reutilizaba (eso sí, tenía que andar controlando los dibujos que le hacía la profe, no fuese a llevar de extra los datos bancarios de la familia):
4. Los tiquets de la compra: para escribir notas o hacer la lista de la compra. Tienen el tamaño justo, así que si están limpios por detrás los enganchamos en el portapapeles de la nevera y los volvemos a usar (aquí):
5. El papel de seda de las tiendas de ropa: para hacer DIY. En algunas te embolsan las prendas envueltas en él. Yo los guardo porque suelen tener colores y dibujos muy bonitos. Los he usado para hacer flores (aquí) y pueden ser un buen sustituto de las servilletas de papel para decorar los cuadernos del cole (aquí):
6. Los bolígrafos de publicidad: se pueden reciclar poniéndoles washi tape o papel de regalo. Así estrenas boli gratis, como te contaba aquí:
7. Las cajas de zapatos: son todoterreno porque sirven para cualquier cosa. Para almacenaje (aquí), como casa de muñecas (aquí) o incluso para montar el Belén (aquí):
8. Los botes de zumo pequeños de plástico: para llevar el champú y el gel de viaje. Si no tienes a mano uno de esos kits que venden en las tiendas, puedes hacerte un apaño con botes de plástico. Suelen (o solían) ponerlos en los menús infantiles de Ikea:
9. Los botes de cosméticos: para guardar botones, furnituras y objetos pequeños. Su tamaño es ideal para almacenar este tipo de cosas y tenerlas organizadas:
Estos son los reciclajes que hago en mi día a día, y después de tanto tiempo se ha convertido en un hábito.
¿Qué te ha parecido esta forma de aprovechar las cosas que encuentras en tu vida diaria? ¿Tú haces alguno diferente? Si lo tienes, escríbelo en los comentarios, me encantaría conocerlo para ponerlo en práctica.
Hola, soy Sonia, una madre que hace manualidades con y para su hija y las publica en su blog Pica Pecosa.
Siempre he sido muy creativa y supongo que en eso ha influido el nacer y crecer en un pueblo en unos años en que cuando llegabas de la escuela cogías el bocadillo y salías pitando hasta que tu madre te pegaba una voz para ir a cenar. Eran muchas horas sol@s, inventando juegos y la mayoría de las veces creando tus propios juguetes con lo que tenías a mano.
Después de tanto tiempo retomé esa afición porque cuando mi hija creció me dí cuenta de que a pesar de la cantidad ingente de juguetes que tenía (y tiene) se aburría, así que empecé a hacer con ella las mismas cosas con las que me entretenía de pequeña, y me llevé una sorpresa al ver que le gustaban y que cada vez me pedía más.
Son manualidades sencillas de hacer, que llevan poco tiempo y en las que utilizamos materiales reciclados. La idea de recogerlas en el blog se me ocurrió como una forma de recopilarlas y de paso, servir de inspiración a otr@s padres/madres que podían verse en la misma situación.
Y como una cosa lleva a otra, aparte de estas manualidades, en el blog también enseño las cosas que hago para mi hija, para la casa o que me encargan, y los reciclajes más surrealistas que se me ocurren, como transformar un nórdico en un tipi indio o un cesto para la ducha en una maceta.