2015 vestido de rojo
Primer post del AÑO. Una semanita de descanso y ya veo toda la pantalla en blanco. Esto de escribir un blog se perfecciona con la práctica, y cuando pierdes el hábito aunque sea temporalmente, la vuelta cuesta. Quizás hoy no cueste, porque lo que os traigo es un pequeño reto personal, una iniciativa que me propusieron y a la que no supe negarme. Esta idea proviene de una amiga “del cole”, una compañera de clase de toda la vida. De la que perdí contacto en años, pero que recuperé sin más. Porque los momentos compartidos fueron muchos y a veces, con unos cuantos cafés se acaban cubriendo esos huecos de universidad, novietes y relaciones personales. Se llama Mónica y quería un vestido rojo para estas fiestas. Ese fue mi …
Primer ENCARGO del año. Mónica lo tenía claro. Un cuerpo ajustado, sin mangas y con falda de princesa. Tras revisar mis burdas escogí piezas de aquí y de allá. Modifiqué los cortes, y adapté los patrones a sus medidas. Respecto a la tela, la elección estaba clara: en rojo y con cierto cuerpo. Así escogí un crep de raso o satén en color rojo cereza. Tiene dos caras muy definidas: una de aspecto crep, y otro cara de raso. Se usa mucho en confección para vestidos de fiesta por su caída tan perfecta y su cuerpo que da volumen y pliegues muy elegantes. Lo demás… un forro también rojo, una cremallera invisible en el mismo color y fliselina para márgenes de escote y sisas.
El resto fueron unas cuantas horas de corte, montaje, costura y acabados que se llevaron acabo con mucho detalle, intentando estar a la altura del encargo y retocando aquellas imperfecciones que pudiesen alterar el ACABADO. De todo el vestido, lo más complicado fue el cuerpo, formado por cuatro piezas delanteras y cuatro posteriores que había que casar perfectamente (incluídas dos pequeñas pinzas a la altura del pecho). De paciencia también fue su escote tan original, en forma de final de corazón (o por lo menos eso me pareció), que tenía que quedar perfectamente perfilado, tanto en las dos ondas del pecho como en el pico hacia el interior. Y la cremallera de la espalda… tenía que quedar perfecta!
Como DETALLE… en la mercería descubrí un pasador sin hebilla muy vintage que me llenó el ojo. Me parecía perfecto, aunque obligase a confeccionar un cinto de escasos 2 cm de ancho. Me pareció el complemento ideal que remarcaría más el talle y acentuaría el contorno de cintura. Para evitar su desplazamiento, cosí dos pequeñas trabillas a los costados, muy sencillas y que pasaran desapercibidas. La falda se convirtió en una costura muy simple, dos anchos de tela para delantero y espalda, unidos, fruncidos y abiertos atrás por la continuación de la cremallera invisible. Su acabado sería una pequeña basta cosida a mano.
Tengo que decir, que la COSTURA de este vestido se comenzó un 29 de diciembre por la mañana, después de recoger tela y material de mercería. Se hizo la primera y única prueba ese mismo día por la tarde. Y se remató un 30 de diciembre después de todo un día de trabajo. El vestido lo entregué ese penúltimo día del año, por la noche, sin probar. Por eso, cuando Mónica me envió al móvil las primeras fotos del vestido puesto no pude más que respirar aliviada. Su reacción fue genial y creo que conseguí lo que quería, así que objetivo cumplido!
No hay mejor manera de comenzar el año. Cuando haces lo que te gusta y descubres que el gusto es compartido. A que sí? Mónica, quiero agradecerte tu confianza en mi, tu buena disposición en todo momento y tu valentía por formar parte del álbum fotográfico de Mamacosesola. GRACIAS!
Feliz Año 2015 mamás!
eLISA
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