Vestido blanco… y plata
Pues hacerles caso, por supuesto. Y así, en el último número del BURDA me decidí por un vestido que formaba parte de una sección de prendas blancas blanquísimas que siempre favorecen con ese morenito uniforme que nos sienta tan bien. Confieso que es mi debilidad, siempre presente en mi armario.
Se trata de un VESTIDO con una estructura dividida en la cintura, en la que se une cuerpo (forrado) y falda por medio de un galón de encaje que oculta la costura de los pliegues delanteros y de espalda. Tras estudiar el patrón me pareció muy fácil y rápido, y no me engañé.
Mi VERSIÓN pasa por sustituir la tela blanca por una loneta también blanca pero adornada de un estampado floral en plata con un brillo muy discreto.
No lo forré en el cuerpo, me parecía ya suficientemente gruesa y rígida para reforzarla.
No le puse el galón de encaje, dejé la decisión para más tarde y lo cambié por un lazo de 5cm que puedo sustituir con muchas posibilidades.
Como las medidas de la tela eran reducidas, las piezas casi no llevaban márgenes, más que a los costados.
Tuve suerte y encontré otro retal plateado listo, también con un punto de brillo. Con él hice tiras de bies suficientes para rematar los escotes, las sisas y los bajos. Unidas a los márgenes y planchadas hacia adentro… no las cosí con puntada invisible como tengo por costumbre. Estas vistas plateadas hacia adentro fueron unidas al vestido con FLISELINA de 3cm de ancho adherente por las dos caras. Mi cara de alucine era de foto: rápido, efectivo y con un acabado de libro.
Es un vestido muy cómodo, con su cremallera invisible sobre el costado izquierdo. Muy fresquito y fácil de combinar. Os dejo unas fotografías de detalle, combinando plata con verde oliva.
Feliz lunes. Que tengais un buen comienzo de semana!
eLISA
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