UNA CAJONERA IKEA
Y como mi cabeza no para, cosa que Rubén le trae loco, he decidido ir restaurando poco a poco algunas cositas. ¡¡¡Renovarse o morir!!!
Esta vez le ha tocado el turno a esta cajonera que hace función de recibidor, cosa que no tenemos, y que utilizamos para dejar llaves, cartas, pilas gastadas que nunca llegar al contenedor, el MP3 para «cuando salga a correr», los auriculares, unos tornillos de quien sabe dónde, unos cuantos llaveros de publicidad, monedas sueltas, un metro y mil cosas más. Este trabajito es la primera fase de un proyecto que tengo en mente un poco más grande y para el que necesito la ayuda de Rubén.
¿Quién no ha visto este mueblecito alguna vez? Lo compramos en Ikea, como la mayoría de los muebles de esta nuestra casa, y lo colgamos hace ya la friolera de 10 años con la intención de personalizarlo algún día… Pues, aunque tarde, ha llegado el día.
Y como yo siempre empiezo la casa por el tejado decidí los colores después de haber comprado los complementos… Blanco, rosa y verde.
Un lijado suave para empezar, aunque esta pintura no lo necesita, el mueble estaba muy «brillante» y no me fiaba del resultado final. Y a empezar con la pintura.
Primero los cajones, dos en blanco y tres en rosa. Tan solo les he dado una mano de pintura, pues quería que se viera la madera original después de lijarlos.
Y el resto del mueble en verde salvia (me encantan los nombres que les ponen a los colores). También una sola mano de pintura.
A los cajones les he querido dar un toque diferente, para que no fueran todos lisos, así que he pintado los bordes de diferente color, los blanco en rosa y los rosa en blanco.
Y de nuevo lija en mano para terminar de pulir el trabajo. Una pasada rapidita y suave, lo justo para «desgastar» esquinas y bordes y que se vea un poco la madera original.
En el frontal de los cajones blancos les he puesto una tela adhesiva que compré hace ya un tiempo, no sé ni por ni para qué, pero me gustó y siempre va bien tener cosas de estas.
Y para terminar una mano de laca de acabado para muebles. Que por cierto, me dejó una «olorcica» en casa que ha durado 3 días, aun aireando.
El resultado final me tiene enamorada y ya veo, mentalmente, como va a quedar el recibidor de nuestra casa. Más bonico…
Como ya os he dicho antes, compré antes los complementos que nada. Dos de ellos salen en las fotos, las dos maderitas blanca y rosa y unas luces de led que me encaaaaaaaantan, baratas, bonitas y que, encima, se encienden y se apagan solas.
Y cambiando de tema… Cuando empecé con el blog dije que publicaría todas las semanas, los jueves. Pero llegado este momento de mi vida, en el que mi hija no me deja hacer nada de nada y que ponerme a trabajar en algo y terminarlo me lleva una media de 2 semanas más 4 días para publicar, eso con suerte, por el momento os digo que las publicaciones irán llegando cuando lleguen. Intentaré hacerlo a menudo, que si no, en este mundo blogueril, pronto se olvidan de ti.
Supongo que cuando la enana empiece a ir a la guarde (porfa, porfa, porfa…) tendré más tiempo para dedicarle a esto, pero por el momento es lo que me toca. Prefiero publicar poco que no hacerlo y acabar dejándolo.
Espero tener algo pronto para compartir con todos vosotros.
Compartamos y disfrutemos juntos.