Una boda con diseño propio
Hoy recupero el tema de mi boda para mostraros otra de mis cabezonerías a la hora de llevar el Handmade al máximo. Se trata de todo lo que tiene que ver con la PAPELERÍA y el diseño en una boda de menús, sittings, protocolo, cajas contenedoras, bolsas de arroz, etiquetas de recuerdos y más que estais a punto de ver. Empecé por las invitaciones, que podeis ver AQUÍ, y desde esa no paré hasta diseñar las mismas chapas que acabaron adornando cuellos y solapas de mis invitados.
Vamos por orden. Lo primero que realicé fue la decoración de unas CAJAS kraft que llamaron mi atención nada más encontrarlas en una conocida tienda sueca. Tras verlas, me dije: No sé pa qué, pero las utilizaré seguro! Y así fue, nada más alejado de su función. Mediante el diseño e impresión sobre papel de pegatina, cubrí las cajas en frente y lateral para destinarlas a contener los sobres de arroz y pétalos.
Los sobres de arroz y pétalos, también en kraft, iban adornados con cordón de yute y blonda blanca con forma de corazón. A su vez sellé los sobres con el estampado de una pareja en bicicleta. Monísimos de la muerte quedaron, pero a mi pesar, ni tengo fotos, ni una muestra rescatada después del pisoteo. Sólo os puedo dejar una fotografía en la que los invitados están disfrutando de lo lindo sobre nuestras cabezas
Decir que estas cajas también se utilizaron para los baños de invitad@s, conteniendo todo lo necesario en caso de urgencia higiénica, ya sabeis…
En el caso de las MESAS tuve que buscar espacio, ya que el metre, tras supervisar la colocación de cada detalle, flipó de lo lindo con toda la parafernalia que se me ocurrió poner. Os enumero: menú sobre plato, detalle de invitados delante de cada cubierto con su etiqueta para chico-chica, mensaje Instagram (otro día os lo explico) sujeto a una copa con minipinza… sin contar el conjunto floral y el marco con foto que acompañaba en cada mesa. Un circo vamos! Lo más importante: que no pasó desapercibido y gustó mucho, mucho, mucho. La prueba: que se llevaron “de recuerdo” hasta los número kraft sobre cada centro!
En la mesa de los novios, a parte de todo lo anterior, me inicié en el mundo del decoupage con las letras de nuestros nombres. Eran blancas, de madera, muy sosonas para una boda tan alegre, no creeis?
También se me ocurrió sorprender con un PROTOCOLO para la distribución de los invitados acorde con el resto. Me hice con un perchero que forré de lino y al que até unas cuerdas para disponer muestras de alfombras naturales (sí, una amiga que tengo que siempre piensa que le puedo dar utilidad a cualquier cosa). Sobre ellas diseñé e imprimí unas cuartillas con la composición de cada mesa. Nadie se equivocó, que es lo importante.
Y ya voy acabando, aunque este detalle sería lo primero que os encontraríais si asistieseis. Se trata de un espacio para el libro de FIRMAS. En un mueble escritorio coloqué un libro-álbum que monté la noche anterior. Sí señores, estoy loca de remate, ya lo sé. En él, aparte de fotografías de nuestra sesión preboda con los niños, me explayé de lo lindo con mis wasi tape, mis troqueladoras, mi autoadhesivo y mis sellitos de silicona con tintas de colores. Fue genial y desestresa eh! Dejé bolígrafos de los colores de la boda en los cajones, que no fuese ese el problema… y como premio… unos tarros de cristal con chapas-mensaje que fueron lo más de lo más! Mi premio fue el recuerdo del libro lleno de palabras escritas con sentimientos a flor de piel.
Como veis todos nosotros somos autosuficientes en muchas cosas, el problema es que no lo intentamos. Yo no quiero quitarle el trabajo a nadie, que conste, pero sí animar a muchos de vosotros que alguna vez se les pasó por la mente hacer algo parecido.
Disfrutad del fin! Yo lo haré en la nieve, yuppppppiiiiii!
eLISA
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