tunear una caja de vino con pintura de pizarra
Hoy, primer viernes de mes, toca hacer algo de reciclado, sacar nuestro lado #diogenero y darle una segunda oportunidad a algún objeto. Este mes yo he decidido rescatar una caja de vino.
Esta vez no es un proyecto «super original» ni es un uso «novedoso», pero a mi me ha apañado, tiene ya un uso, y me he divertido haciéndolo. Además es bien fácil:
He tuneado una caja de vino con un poco de pintura de pizarra.
Materiales:
- Una caja de vino
- Un bote de pintura efecto pizarra (he utilizado uno de marca Creall en tono rojo)
- Pincel o brocha mediana
- Rotulador efecto tiza (Carioca)
Lo bueno de este tipo de pinturas, de base acrílica, es que no requiere un tratamiento previo de la madera. Ha sido algo rápido: sentarse, pintar y secar. He dado dos capas de pintura, y lo he dejado secar 24 horas. El tono ha quedado uniforme, y ha tapado todos los dibujos (se nota el relieve, únicamente).
Una vez seco, ya se puede usar. En este caso, o al menos por ahora, hasta una nueva ubicación, la caja sirve para organizar un poco el estudio. Con un rotulador de los de efecto tiza, puedo decorarla al gusto. Hoy pone papel… mañana ¿quién sabe?
Este rotulador se limpia bien con un poco de agua. La pintura de pizarra lo resiste sin problemas, con lo que la caja de vino ahora es una caja todoterreno, que se puede usar para ¡cualquier cosa!
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