Janny Sims me pidió hace un tiempo un post de decoración y le he estado dando un montón de vueltas a cómo hacerlo interesante. La verdad es que no tengo ni idea de decoración y me gustan unas cosas muy concretas (un poco raras, a lo mejor). Para mí la decoración consiste en mezclar de una manera más o menos coherente las cosas que me llaman la atención. La única forma que se me ha ocurrido para hacer este post es enseñar partes de mi habitación y daros algunos de los consejos que yo sigo a la hora de decorar. He puesto los consejos en negrita para que se entienda mejor. Espero que os guste y que no se aleje mucho de lo que pedías, Janny!
A la hora de decorar, me gusta que mi cuarto me resulte acogedor y que sea 100% de mi estilo. Por eso procuro integrar algunas de las cosas que más disfruto en la vida: los seres queridos, el arte, los viajes, los libros y las manualidades. Estas cinco cosas tienen un papel muy importante por toda mi habitación. Mezcla las cosas que más te gustan para que tu habitación sea totalmente tú.
En este caso, tengo una balda de madera encima de mi cama, no sé porqué me encanta tener estructuras encima de la cama, me da la sensación de calidez y confort, es una manía personal. Nos tiramos años (literalmente) para encontrar unas escuadras que sujetasen el estante que me gustasen, encontramos estas en la basura y las instalamos en la pared. La madera es de pino teñida de color roble (ahí tenéis el primer DIY). Anímate a hacer cosas tú mismo y tendrás una decoración más original.
Encima de ella, tengo cosas que me parecen bonitas y que quiero que se vean: algunos libros con lomos bonitos, una lámpara de huevo de avestruz que me trajo mi padre de Sudáfrica, un cuadro redondo de la exposición de Hopper que hubo en el Thyssen, un detalle de uno de los tapices del unicornio que me compró mi madre en París, algunas cajas bonitas y un soporte para colgar mis pendientes largos. Tengo un farolillo morado de inspiración marroquí colgando porque me faltaba algo vertical. También tengo un marco de corazón de México con una foto con dos amigos. No tengas miedo a mezclar colores y objetos diversos, es más divertido que tener una gama de color muy estricta.
En la cabecera de la cama, tengo el atrapasueños DIY que os enseñé a hacer el verano pasado y un papiro de Egipto con patos.
Mi cama es de IKEA de hierro forjado y me encanta pero es un coñazo para hacerla, es dificilísimo remeter las sábanas, por lo que no la recomiendo (de hecho creo que este modelo exacto ya no está a la venta). Si sigues mi blog desde hace algún tiempo, seguro que sabes que adoro los cojines, creo que dan sensación de comodidad y pueden cambiar del todo la decoración de una habitación. Por eso me gusta cambiarlos de vez en cuando si me entra la fiebre de la decoración. Una forma barata e instantánea de cambiar la decoración es cambiar los cojines y las colchas.
Algunos son comprados o regalados y otros DIY. Los caseros son: el cojín hecho con un jersey de punto que quizá recuerdes, el cojín más pequeñito que tiene flores, el que está al fondo en el centro con un elefante, el de famoso cojín de calabaza que hice el otoño pasado y el cojín cilíndrico que lo hicimos a partir de un vestido de dos euros. Hacer tus propios cojines es muy fácil, sobre todo si son cuadrados, si encuentras una tela bonita hazte unos cuantos.
También me gusta tener mantas para taparme y para decorar, en la foto aparecen dos: la blanca de abajo es de IKEA y la de encima es de Perú. La funda del edredón también la cambio, tengo dos que voy rotando según mi estado de ánimo y los cojines que tenga en ese momento.
Junto a la cama, con es normal, está mi mesilla de noche que es de mis muebles preferidos de mi habitación. Me encanta el detalle metálico y las diferentes vetas de la madera. La compramos en una tienda de muebles usados de esos que ayudan a exdrogadictos a integrarse. Si no conoces estas tiendas, son una mina, encuentras auténticas joyas y algunas muy baratas (además se aceptan regateos, sobre todo si te llevas más de un mueble). La madera es maciza en casi todo el mueble, lo que es un plus. Las tiendas de muebles de segunda mano son un filón, opta por muebles de madera maciza que tienen mejor aspecto y duran toda la vida y huye de los contrachapados.
Encima de la mesilla tengo más o menos lo básico: Una (preciosa) lámpara que me regaló mi madre en navidad, un marco increíble de Zara Home tipo Art Nouveau que me regaló mi padre, una vela, una caja de pañuelos y una enorme concha con perlas en formación dentro que uso para guardar las cosas de bisutería que más me pongo. En el cajón guardo lo que necesito cuando estoy en la cama: post it y lápiz para anotar y subrayar libros, un cuadernito, crema de manos y vaselina.
Y este es el espacio en el que escribo en el blog (entre otras muchas cosas). Amo mi mesa, la compramos en la misma tienda que la mesilla de noche. En realidad una consola para colocar en la entrada, pero me sirve de escritorio y me gusta mucho cómo queda. Sé creativo y usa muebles para una función diferente a la que tienen originalmente.
En cuanto a lo que hay encima del escritorio, ya que el mío es pequeño, intento ser simple y tener sólo lo imprescindible. Perdonad el aspecto de la lámpara, se me rompió la pantalla y quería comprarme una igual pero no les quedaban más la última vez que fuimos. También tengo una cajita mexicana hecha en una calabaza en la que guardo sacapuntas, gomas, auriculares y esas cosas. Al lado una vela dentro de una caña de bambú, un porta-post it de alemania y mi agenda de Klimt (ya os la enseñé en un post de favoritos) que tengo abierta siempre por el día en que estamos para ver todo lo que tengo pendiente. También tengo mi botella de agua, uso una de Arizona porque es muy bonita y yo soy una esteta. Tengo también botes para lápices llenos de todo lo que necesito y por supuesto el portátil y su ratón. Intenta ser práctico sin sacrificar el buen gusto, puedes buscar cosas funcionales y que tengan un diseño que te guste.
Encima del escritorio tengo un calendario con edificios de Gaudí que me compró mi padre en la finca de El Capricho y que, además de útil, me parece precioso. Encima de eso, un lienzo que reproduce el beso de Klimt que me regaló mi amigo invisible esta navidad y que adoro (es de la tienda Ale-Hop). Por último tengo colgada una foto de mis compañeras de trabajo en un marco improvisado que en realidad es lo que usan en Finlandia para colgar las toallas.
Y mi silla es de esas de IKEA de oficina, pero la tela original era horrible porque se le quedaban pegados todos los pelos humanos y gatunos, pelusas y demás. Una tarde mi madre y yo nos armamos de valor y la tapizamos entera con esta tela que compramos por 0,99 el metro. El proceso fue más fácil de lo que pueda parecer. Ahora es mucho más bonita y limpia. Encima a veces le pongo un cojín, sobre todo si llevo bastante tiempo sentada en ella. Si algo no te gusta intenta cambiarlo para que sea de tu gusto antes de tirarlo.
Me ha dado un poco de apuro enseñar mi habitación, pero es la única manera que se me ha ocurrido de hablar de decoración! Me quedan bastantes cosas que no he enseñado como el armario de los zapatos, la cajonera del maquillaje y las manualidades y las estanterías, pero creo que con esto está bien por hoy 😉