Tarros de nieve
A partir de ahora, empezad a guardar algunos tarros de cristal bonitos, porque podemos convertirlos en divertidos «tarros de nieve». Son muy fáciles de hacer, y en pocos minutos tendremos un divertido juguete entre las manos.
Materiales:
– Tarro de cristal reciclado, con su tapa y que sea hermético.
– Pegamento resistente al agua (yo he usado Loctite).
– Un muñeco pequeño que aguante bien sumergido, preferiblemente de plástico.
– Purpurina de uno o varios colores.
– Detergente líquido.
– Agua destilada (de venta en cualquier supermercado).
– Glicerina líquida (yo la encuentro en farmacias y sirve para hacer jabones).
Pasos a seguir:
– Elegimos nuestro muñequito y lo pegamos a la parte interna de la tapa del tarro.
– En el tarro vacío y limpio, echamos agua destilada hasta casi llegar al borde (dejamos como un dedo de margen).
– Echamos dos cucharaditas de glicerina.
– Echamos media cucharadita de detergente líquido.
– Añadimos 4 ó 5 cucharaditas de purpurina de los colores que queramos. La más parecida a la nieve es la plateada, pero podemos hacer las mezclas que queramos.
– Enroscamos la tapa con el muñeco pegado de manera que quede hermético. Si queremos más seguridad, podemos añadir en el interior de la rosca un poco de pegamento.
Ya solo nos queda agitar nuestro tarro y ver cómo la purpurina sube y baja haciendo unos remolinos muy chulos.
Tarros de nieve inspirados en el libro «Crea y diviértete» de la autora Catherine Woram, editorial Grijalbo.