Tarjeta para San Valentín con la impresora más pequeña de HP
Estés o no enamorado, seguro que sabes qué día es hoy, ¿a que sí?
Un año más, la fecha de San Valentín es la indicada para celebrar o regalar algo a la persona que más quieres. Ya sé que el amor hay que demostrarlo todos los días, pero nunca está de más tener un pequeño detalle en días como los de hoy.
Así que yo no podía ser menos, y he querido hacer un DIY facilísimo a modo de “recuerdo fotográfico”.
Este año ha sido muy especial para nosotros por el nacimiento de la pequeña Elisa, así que nada como una foto de nuestra familia para regalar a mi compañero de aventuras.
Muchas veces hacemos tantas fotos con el móvil o con las cámaras digitales, que es difícil elegir una para pasarla a papel y se acaban quedando en el olvido. Yo soy fan de las fotos impresas, ya sea para ponerlas en un álbum casero o para colgarlas del frigorífico; pero que de alguna manera se vean y se puedan tocar, ya que en el ordenador al final acaban perdidas.
Así que cuando desde HP y Handbox me invitaron a probar su nueva impresora HP Deskjet 3700, que es la más pequeña del mundo, me pareció buena idea hacer este tarjeta casera para regalar en San Valentín, con una foto de nuestra familia.
La ventaja de esta impresora es que además de copiar, escanear e imprimir, tiene wifi, por lo que desde el móvil o desde una cámara digital podríamos mandar directamente la foto sin necesidad de un ordenador. Sólo hay que descargarse la aplicación, que incluso te permite personalizar la imagen y añadirle distintos textos y fondos, e imprimirla.
Y una vez que tenemos la foto impresa ya sólo queda presentarla bonita.
Quería hacer una tarjeta personalizada con un corazón, pero en lugar de dibujarlo o pintarlo, se me ocurrió que podría ser bordado. Llevaba tiempo queriendo coser papel, y recordé mis tiempos de jovencita cuando hacía punto de cruz, así que junté ambas ideas y… ¡voilá! Una tarjeta de papel cosida con punto de cruz.
Y os preguntaréis ¿Cómo bordar el papel?
Pues a mi me ha resultado bastante más sencillo de lo que esperaba, sólo tuve que hacer el dibujo con las aspas en un papel, para tener el croquis (como en el punto de cruz) y luego pasarlo a la cartulina. Sólo hay que tener en cuenta de que a diferencia de la tela de Panamá, en el papel no es tan fácil meter la aguja, por lo que facilita las cosas que hagamos los agujeros previamente, para bordar después. Y si elegís una cartulina que tenga una trama o una cuadrícula en el diseño, os resultará todavía más sencillo.
Pero os diré que en este caso he sido totalmente autodidacta, así que si hay algún experto en la sala y tiene otra idea, ¡que se pronuncie!
Y por último sólo queda pegar las cartulinas y decorarlas un poco con sellos o washi tape, para darle el toque final. ¡Facilísimo!
¿Qué os ha parecido? ¿Os animáis a imprimir vuestros recuerdos? ¿Y a coser en papel?
*Post en colaboración con HP