Shooting improvisado
Con un pie en Madrid para cumplir en el trabajo, la casa, mi hijo… y otro en
Ciudad Real para ayudar a mis padres, apenas he tenido tiempo y, si os soy
sincera ni fuerzas ni ánimo, para coger la cámara estos días y compartir en
el blog o las redes sociales.
Por fin todo va normalizándose y tras más de tres semanas ingresado, mis
padres están en casa.
Ahora toca acondicionar parte de la casa para la comodidad y seguridad de ellos
ya que mi padre no podrá subir escaleras como antes y estamos transformando
el salón de la planta principal en una especie de apartamento donde él pueda
tener su ordenador, lector de audio, televisión y dormitorio, todo en uno.
Las ganas de postear han vuelto y, a falta de fotografías actuales, he dado un
repaso a algunas que tenía pendientes de compartir y que tomé unos fines de
semana anteriores a la enfermedad de mi padre y precisamente en el jardín
de su casa.
Aprovechando un día de compras con mi hermana, se me ocurrió una sesión
de fotografía improvisada con algunas de las adquisiciones que hicimos y,
como casi siempre, fue el rincón de la piscina en el jardín el lugar que elegí,
aprovechando la celosía de la pared para colgar las prendas.
Mal día por el viento que en más de una ocasión estuvo a punto de llevarse
volando la ropa con perchas y todo.
Zara, Oysho y Stradivarius fueron las tiendas que visitamos y adquirimos
tanto piezas rebajadas como de nueva temporada.
¿Recordáis el vaso color ámbar en estampado animal print que os mostré
hace no mucho (aquí)?
Junto con un juego de cubiertos estilo vintage, a un euro cada pieza, se
vinieron a casa conmigo.
En Zara, por sólo 12,99€, mi hermana encontró una preciosa camisola de
estampado geométrico, de estilo popi pero muy elegante.
Para llevar sola en verano o con pantalón cuando las temperaturas bajen.
Pichu, su gato, no quiso perderse la sesión y estuvo rondando y ronroneando
a su mami para que le hiciera caso.
También de Zara y rebajado, mi hermana adquirió un mono de corte
japonés en un maravilloso azul noche.
Yo también aproveché las rebajas de Zara y compré dos suéteres largos
de punto con aberturas laterales en camel y gris.
Javier hizo sus pinitos fotográficos con mi anterior cámara reflex heredada e
inmortalizó algunos momentos de este shooting improvisado y muy divertido
como podéis ver en las siguientes imágenes.
No pude resistirme a este conjunto de camisón y kimono del nuevo catálogo de
Oysho: el corte, el suave estampado y el tejido, combinando seda y algodón,
lo hicieron irresistible.
El calor me disuadió de ponerme un impermeable de Stradivarius, reversible
con estampado camuflaje y también de la nueva temporada otoño-invierno,
pero podéis verlo aquí.
Me alegro de estar de vuelta, por todo lo que ello supone, y agradezco mucho
vuestro interés y muestras de afecto.
Os deseo un buen comienzo de semana.