Seguimos con una navidad Nórdica!
Este mes de Novimebre está siendo un no parar de DIY, tengo en la tarjeta gráfica cinco tutoriales para enseñaros. Y eso que las horas de luz de otoño no ayudan (ya veréis que cada foto tiene un todo distinto según la hora…) y aun encima mi pobre cámara me ha dado un susto de muerte y se ha bloqueado unos días… pero después de un poco de aceite y unos cuantos vídeos de japoneses en Youtube por ahora ha vuelto a la vida…
Hoy, por seguir el hilo de las bolas de madera que me regalaron en Handbox (que por cierto son de Opitec) os cuento qué hicimos con las restantes después del último tutorial de nuestras bolas de navidad estilo nórdico.
Porque aunque estas bolas llegaron a mi vida en un calurorosísimo día de verano, tenía muy claro que acabarían siendo parte de una corona de Navidad. Y así ha sido 🙂
¿Os acordáis de la que hicimos el año pasado con bolas de Navidad rojas y un rotulador de tiza? pues la técnica es la misma, sólo hay que engarzarlas con un poco de alambre. Eso sí, como estas no tenían enganche, tuve que añadirles unas hembrillas (se llaman así esa especie de alcayata redonda que veis en la foto, una cosa más que he aprendido…)
No es demasiado difícil insertarlas, pero para no acabar con dolor de manos, es mejor utilizar un alicate.
Una vez todas con su enganche, igual que la última vez, las colocamos una a una en un círculo de alambre (todo esto, alambre, hembrillas, alicate lo tenéis en cualquier ferretería).
Después hay que colocarlas para que no se queden en hilera, para esto necesitaréis un pegamento fuerte (yo usé el de Superunick de Ceys) y algo de paciencia también :-).
Aunque en esta ocasión quería que la corona fuese muy simple, para romper un poco con el tono madera, coloqué también en el mismo alambre unos cascabeles (los cascabeles siempre, siempre son buena idea) y por último, para esconder el enganche un lazo de tela de saco (arpillera), porque esto de los lazos de las coronas se me da fatal y no quería complicarme mucho con algo más aparatoso. Y porque en realidad seguíamos queriendo una corona muy, muy simple.
Y no hay más truco, os dejo fotos del resultado. Por ahora la he colocado en la pared encima de mi escritorio (y sí, el reloj de pared no concuerda con el ordenador, necesito pilas nuevas… pero sigue siendo taaaan bonito) junto al calendario de Tutticonfetti, mi lámpara Fase, el teléfono que de Minnie que compramos en el primer mercado de Motores y algunas fotos que me gustan mucho.
Pero no descarto utilizarla también como centro de mesa como en la foto con estas velas de Sweet Scandinavia…
Y mucho me temo que va a ser de esos adornos de Navidad que acaban quedándose todo el año, como las velas de adviento o la estrella de cascabeles de la entrada :-).
Y si os parece demasiado simple, y queréis algo más de color, no dejéis de revisar el post del año pasado con la misma corona pero en rojo rabioso, que en breve sacaremos del altillo del armario y volverá a lucir en el salón… ya no queda nada!!
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