Saco de dormir infantil para el otoño
El verano pasado le cosí el primero (aquí tienes tutorial completo) y en invierno le cosí dos más con cierre de cremalleras (creo que enseñé solo uno) y este otoño le he cosido el cuarto y me parece que es el más bonito de todos. ¿A tí qué te parece?
El saco es muy grande y me ha costado sacar una foto decente del saco entero. Lo he hecho grandote para que se pueda mover con tranquilidad (el invierno pasado hice lo mismo y qué contenta me puse el otro día cuando comprobé que este invierno podrá volver a usarlo).
Una vez más lo hice sin patrón y seguí mi propio tutorial pero curiosamente ninguno de los cuatro sacos que he cosido se cierran igual. Para este he añadido cierres en tela con botones y ojales en los tres primeros trozos de tela (la razón de esto es que pensé que así aunque se moviese no había riesgo de que se abriese el saco) y para los últimos cuatro trozos de tela puse snaps (precisamente con la idea de que si quería sacar un pie fuera podía hacerlo tranquilamente). Decidir cómo cerrarlo no fue tarea fácil, quería evitar cremallera para que no se sintiese encerrado. Al final me gusta el resultado.
Una costura muy satisfactoria, lo cosí un domingo y hasta que no lo acabé no paré, mi peque no paraba de merodear y me ayudó a elegir los snaps e incluso a apretarlos con el plier (todo de snapeando.com). Aunque lo de coser botones a máquina me tiene enganchada, cada vez disfruto más poniendo snaps.
La tela interior la compré en mi último viaje a Francia en mi tienda (que no es mía, como alguien me preguntó una vez, pero toda mi vida costuril fue en ella y es un lugar al que tengo mucho cariño), es una tela muy especial: un algodón suavísimo que proviene de Italia y se llama nido de abeja. Y no exagero, es una maravilla al tacto, mi hijo enseguida dijo «qué suave».
Tuve un fallo en el montaje del saco y por no descoserlo tomé una decisión alternativa: cosí bies para que la costura quedara bien cerrada pero no fuese molesto para el peque ya que es el interior del saco.
Las telas del exterior son una monada y de muy buena calidad. Las compré en Lulú Ferris por casualidad. Digo por casualidad porque lo que quería comprar eran los tensores para la bolsa de desayuno y la de la merienda para el colegio para mi hijo y al descubrir su web me topé con estas tres telas y compré medio metro de cada una sin saber qué cosería con ellas.