Renovación aseo sin obras y low cost
¡Buenos días!
Con este calor he tardado tres semanas en hacer la renovación del segundo aseo de casa.
Si vais a la entrada anterior veréis cómo renové el cuarto de baño, también sin obras y más low cost todavía que éste.
Llevaba con la idea de empapelar este aseo a rayas desde hace años…sí, sí…¡años!, pero el tiempo vuela como ya sabéis, y hasta que una se puede poner a ello sin tener a medias otras tantas mil cosas, pues no se da ni cuenta.
A continuación os enseño el antes y después, porque no tiene desperdicio…con algún DIY que otro ;).
Me acuerdo cuando hace unos años quise disimular con un papel súper retro a modo de maxi cenefa la zona de los azulejos que tenían dibujo. En este enlace podéis verlo, ¡hace cuatro años ya!
En el otro cuarto de baño los pude tapar sin empapelar todo el aseo pero aquí, al ser tan pequeño, decidí aventurarme aun sin saber cómo iba a quedar con las juntas de los azulejos.
El suelo también decidí cambiarlo, al igual en el post anterior, con el mismo suelo vinílico.
La otra opción que tenía era pintar los azulejos, y en los relieves de los dibujos haber puesto un par de cuadros, pero aún no he probado la pintura de azulejo y no me convence del todo.
A parte de los dibujos, los azulejos no son cómo en el cuatro de baño grande, marmolados con tonos grises, sino en tonos rosas, que qué queréis que os diga, pero eran espantosos…Por ello tenía o la opción de empapelar o de pintar.
Lo primero fue quitar el anterior papel, que simplemente humedeciendo saltó muy rápido.
Una vez lavados todos los azulejos de arriba a abajo, empecé a empapelar con el papel de rayas, que encima conseguí en una sección de saldo de Leroy merlín ¡por cinco euros!
Compré dos rollos por diez euros en total pensando que me iba a llegar para todo pero me equivoqué en la medida, y como había pasado tiempo desde que lo compré y ya estaba descatalogado, decidí comprar papel blanco para hacer dos paredes de cada, que al final resultó la mejor opción para así no cargarlo tanto.
Empapelar un baño es un poco más complicado que una pared totalmente lisa, ya que hay que hacer los agujeros en el lugar exacto para poder pasar los latiguillos, las llaves de paso…pero por lo demás todo bien.
El tema de las juntas de los azulejos se nota pero no es algo que me moleste a simple vista, ya que si no te fijas bien, tampoco son unas marcas muy exageradas.
Una vez empapeladas las paredes el tema del suelo fue rapidísimo. Tardé una hora en cambiarlo, porque además se tuvieron que quitar el lavabo y el wc para facilitar el trabajo, y eso hizo que fuera mucho más sencillo de pegar sin estar recortando con las formas, como la anterior vez.
En la unión del papel con el suelo coloqué un pequeño canto gris a modo de rodapié para tapar cualuqier imperfecto que pudiera haber.
Una vez puesto el suelo y el rodapié se volvieron a colocar los sanitarios.
Y ya lo único que quedaba por hacer era decorar un poco.
¡El gran cambio ya estaba hecho!
Tenía unos cuadros que reciclé una vez con pintura pizarra para la decoración de una boda y que estaban dando tumbos por el taller, así que volví a reciclar uno de ellos con más pintura pizarra casera.
Siempre me había gustado la idea del baño a rayas blanco y negro con algún toque dorado, y estos marcos la verdad es que me encantan.
¡Nuevo dibujo, nuevo cuadro!
Encima del lavabo y el inodoro coloqué como estante un listón que hice hace ya cuatro años y que también podéis ver aquí . Simplemente lo acorté unos 30cm, pero quería aprovechar al máximo las cosas que tenía en casa sin usar para poder decorar sin comprar nada.
Puse unos cuadros que tenía en la habitación de invitados, un par de tarros, una planta colgante…
El espejo es un DIY también, pero de los más fáciles que te puedes imaginar.
Lo compré por tres euros en un bazar chino. Tenía un marco redondo de plástico, que al principio pensé en pintar, pero que al ver los salvamanteles que también tenía sin usar en la cocina me quitó la idea de la cabeza…, usé uno de ellos simplemente pegándolo abajo del espejo y marco listo.
Sólo me queda la idea de hacer un portarollos para la pared con esparto, pero claro, tengo que aprender a trenzarlo…y llevo como unos años intentando buscar vídeos para ello y no hay manera. Es una pena que esta técnica tan bonita esté desapareciendo, aunque con suerte, con ésto del reciclaje y el «hazlo tú mismo» vuelve a resurgir cada vez más, ¡espero!
Sea como sea, se me ha metido en la cabeza, y me he propuesto hacerlo muy pronto :).
Aunque al ser verano me ha costado mucho ponerme por ratitos porque soy incapaz de hacer cosas manuales con este calor, al fin está terminado, y totalmente con la idea que llevaba en mi cabeza desde hace mucho tiempo, así que me doy por satisfecha.
¿Qué os ha parecido a vosotros?
Cuando me canse, viendo lo fácil que es quitar el papel pintado, simplemente con retirar el papel de rayas y cambiarlo por otro me valdría.
Nos leemos pronto,