Llevo un tiempo haciendo ojitos a los relojes minimalistas, sencillos y de estilo nórdico. Cada vez me gustan más los detalles en madera, con tonos dulces y sencillos. Así que cuando en un almacén chino me topé con una sección de platos de pulpo, se me encendió la bombilla, ¿por qué no convertir ese plato de madera en un reloj de estilo nórdico.
Preparé todos los materiales, y empecé lijando el plato de pulpo, para después aplicar la pintura en spray de Novasol.
Tenía muchas ganas de probar la Chalk Paint Spray de Novasol porque había oído maravillas de ella, pero nunca había podido experimentar el efecto, y ¡me ha encantado! Es una maravilla, no huele en exceso y el acabado es efecto tiza con un tacto empolvado precioso.
A continuación hice el agujero central, donde después coloqué las agujas del reloj, -la maquinaria del reloj, la saqué de un reloj de pared que compré también en el bazar chino-. El agujero es lo primero que debí hacer -lo sé- pero el ansia por probar los sprays me pudo. Así que una vez que la pintura secó, hice el agujero para la maquinaria.
Acto seguido, terminé de aplicar el color en el plato y en las agujas del reloj. Esta pintura es todoterreno, vale para madera y metal. Elegí tres colores: Rosa Empolvado, Gris Ceniza, y Blanco Roto. Y una vez seca, apliqué barniz en spray, también una revelación para mí, facilísimo y rápido.
Terminada la base, coloqué el colgador. Para ello utilicé una tira de cuero que fijé con el pegamento Montack de Ceys. Este pegamento es muy versátil, porque vale para un montón de superficies, como madera y tejidos.
Después de aplicar presión sobre la tira, pegué la maquinaria en el interior del plato. Para ello, tuve que realizar un cajeado con la ayuda de unos cinceles -y de mi chico ye-ye- y finalmente, coloqué las agujas en el frontal.
¡Listo! Ahí lo tengo funcionando y decorando un rincón de mi salón.