Reciclar una caja de vino en una furgoneta vintage
Con inspiración y creatividad prácticamente todo es posible, prueba de ello es que existen multitud de técnicas decorativas para reciclar una caja de vino y convertirla en una caja que no se parezca en nada a la que fue inicialmente. Si quieres saber cómo puedes hacerlo no te pierdas este paso a paso para decorar una caja de vino como una furgoneta vintage.
Para mi las cajas de vino son un tesoro ya que se pueden reciclar de múltiples formas, a continuación os dejo un par de ejemplos:
– Transformar una caja de vino en una bandeja
– De caja de vino a joyero chic
Además si la caja es bastante grande hasta podemos convertirla en una casa de muñecas como ésta (puedes ver el paso a paso en este enlace).
Cuando mi peluquera me dijo que tenía una caja de vino de una sola botella me faltó tiempo para decirle que se podía reciclar para darle otro uso. Ella me comentó que la quería aprovechar para guardar los accesorios del pelo de su hija, así que pensando en un diseño que resultara decorativo se me ocurrió darle forma de furgoneta vintage.
En primer lugar pinté la caja de vino con pintura en spray ya que una de las técnicas que iba a utilizar para decorarla era el decoupage. Con la pintura en spray se consigue un acabado liso y sin marcas de brocha o rodillo que posteriormentemente se pueden notar bajo la servilleta.
La pintura en spray que he empleado ha sido pintura pizarra ya que no precisa de lijado ni imprimación previa sobre la madera, aunque también se puede utilizar Gesso en spray (podéis ver un ejemplo en este enlace).
Una vez se hubo secado la pintura, decoré todo el interior con unas servilletas de temática patchwork utilizando la técnica del decoupage.
Para decorar el exterior me inspiré en la mítica furgoneta Volkswagen T1. La forma rectangular de la caja hacía que se pudiera representar fácilmente siguiendo el patrón que os indico a continuación:
– Se divide la altura de la caja en dos, ocupando la parte de arriba un 40% de la altura total y la parte de abajo un 60%. Es decir, que si la caja mide 10 centímetros de alto, la parte superior medirá 4 centímetros y la inferior 6 centímetros.
– Se pinta la parte superior de los laterales y la trasera de la caja de un color (en el patrón de color rosa).
– En la parte delantera se dibuja un triángulo invertido y también se pinta de ese color.
– Además en la parte superior se dibujarán rectángulos para simular las ventanas.
– Del 60% de la parte inferior se pinta un 50% de otro color (en el patrón de color azul), el 10% restante se deja en blanco para que no dé la sensación de que la furgoneta está pegada al suelo al poner las ruedas.
– Por último se colocarán los detalles (ruedas, faros, guardabarros…).
La parte superior de la caja la pinté con pintura pizarra de color rosa, para ello coloqué cinta de carrocero sobre las partes que no quería pintar de ese color. Una vez se secó, di una capa de pintura acrílica de color nácar, de esta forma conseguía rebajar el rosa a un tono pastel y además le proporcionaba un brillo perlado.
El siguiente paso consistió en pintar las ventanas, para ello utilicé pintura acrílica de color gris metalizado.
Después las decoré con tiras de masking sticker para simular cortinas.
A continuación os quiero comentar que a veces las cosas no salen como nosotros esperamos y solo nos queda intentar arreglarlas o enmendarlas. Yo quise utilizar las mismas servilletas que había empleado para forrar el interior de la caja pero estéticamente no me convenció el resultado. Además al aplicar el barniz protector me quedaron bastantes más arrugas que cuando lo hice sobre la parte interior de la caja (debía haber utilizado barniz en spray pero no tenía).
Para solucionarlo lo que hice fue lijar toda la superficie que había decorado con la servilleta, volver a pintar con pintura en spray y forrarla con una tela floreada, rematándola con una cinta decorativa. En esta ocasión el resultado sí que me gustó:
La tela la adherí a la caja con Mod Podge, para ello primero extendí el adhesivo con un pincel, coloqué encima la tela y pasé la plancha a baja temperatura, protegiéndola previamente con papel para el horno. Además con una pistola de pegamento termofusible coloqué los botones que simularían los faros, los intermitentes y las ruedas.
Por último, con vinilo autoadhesivo efecto acero inoxidable (podéis encontrarlo aquí), hice el monograma delantero y las letras de la tapa. El monograma es una “N” en vez de la típica “W” por ser la inicial de la niña.
¿Os ha gustado esta idea para reciclar una caja de vino? Ahora servirá para guardar objetos pero de una forma decorativa y personalizada, así que si llega una caja de vino a tus manos ¡no la tires! Recíclala para darle una segunda oportunidad.
Si te ha gustado esta entrada puedes ver muchos más tutoriales e ideas DIY en www.bricoydeco.com ¡Gracias por comentar y compartir!
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