Reciclando un envase de margarina
“Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio” me decía mi madre en una época en la que mi interés por el orden de las cosas era absolutamente nulo.
Pero con el paso del tiempo he aprendido a valorar el orden, sobre todo por lo frustrante que resulta buscar algo que sabes que tienes y que no encuentras ¿verdad que os ha pasado?
Y si además eres como yo de las que guardan hasta el envoltorio de los bombones (esos papelitos brillantes de colores tan bonitos) tener todo organizado se hace imprescindible.
Para guardar las cosas pequeñas vienen de perlas algunos envases de alimentos, como los de la margarina, que forrados con un papel bonito quedan chulísimos.
Colocando un papel sobre la tapa y siguiendo el borde con un lapicero puedes sacar el patrón que necesitas para cubrir la parte superior del envase.
Si el envase no es recto, es mejor que lo forres en trozos, para ajustarte mejor a la forma.
Conviene que el papel sea fuerte, casi como cartulina, para que no se transparentes los colores del envase.
Yo lo he forrado también por la parte de abajo y he utilizado un pegamento universal.
Este voy a usarlo para guardar los botones, pero creo que necesito alguno más para las horquillas del pelo, los clips, la bisutería, los hilos de bordar…
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