Que hacer con un plato pulpero
A veces me cuesta encontrar las palabrasmás adecuadas para empezar a escribir un post,pero hoy no he dudado ni un segundo, y son…
«se lió la del pulpo«
Y es que María, del blog TiaKeko,persona entrañable y dicharachera donde las haya, se le ha ocurrido organizar un reto.
«Reto plato pulpero».
A lo mejor pensarás que se te ha pasado,
que no lo has visto anunciado en ningún blog.
No te preocupes no es así. Te explico.
Desde que se comenzó a organizar la QDD Madrid 2016,
se formó un grupo de whatsapp, y que a día de hoy
seguimos manteniendo.
Las afortunadas que viven cerca,
como es el caso de todas las madrileñas,
a menudo se encuentran, talleres, cafés,…
En fin, que no paran de intercambiar aprendizajes,
ideas, vivencias….y en uno de esos buenos ratos,
surgió la ocurrencia de este reto, y que se hizo extensiva al grupo whatsappero.
Con el ajetreo de vida que llevo,
la verdad es que pensaba escaquearme de participar, jajaja,
pero con lo querible que es María, me fue del todo imposible.
La premisa del desafío es ver la interpretación,
la técnica usada, por cada una con el plato,
y allá que voy a contarte mi inspiración con él.
Aquí el susodicho, y un palo de escoba de madera.
¿Qué dices?, ¿qué no casan?.
La verdad es que costó.
La broca más grande que tenemos es de 15 mm.,
y el diámetro del palo de la escoba es de 22 mm.
Hecho el agujero, ahora tan solo queda rebajar
el palo con la lima.
Con cola de madera lo pego a la base.
Un pomo recuperado de ésta cajonera,
y un tornillo que con la sierra le corto la cabeza,
para unir ambas partes.
Tinto la madera con betún de judea.
Una capa de chalkpaint color «swing beige»de Titan.
Una leve lijada, y decoupage.
Para atenuar un poco los colores,
apliqué una patina, mezcla de barniz incoloro,
betún de judea, y unas gotas de acrílica blanca.
Y…¿para qué semejante armatoste?.
Pues, la idea viene del súper rollo de papel de cocina que usamos en casa.
Es de dimensiones considerables,
por lo que el standard, éste,
no daba de si. Además,
que estaba bastante maltrecho, ya que servía
para todo, pruebas con el soplete, soporte para pintar….
Así que nuestro mega-rollo ya tiene
su propio pie.
Cuando está por estrenar apenas se aprecia
el portarrollos, pero a medida que va menguando,
se va dejando percibir.
Esta es mi idea con el plato pulpero,
un portarrollos, de estilo «shabby chic».
Espero que se acepte «portarrollos de papel de cocina»
como animal de compañía 😉
¡Feliz inicio de semana!