Perchero hecho con ropa vieja
Seguro que al leer el título ya os ha picado la curiosidad… ¿Un perchero hecho con ropa? Jejeje… Pues si, y es que en mi casa, y supongo que en la de muchos, a las sobras del cocido se le llaman «ropa vieja», que normalmente acaba convertida en croquetas, empanadillas o cosas así. A lo que iba, que esto empieza a parecer un blog de cocina, para hacer este perchero he usado las «sobras» de otros proyectos pasados y por ese motivo le he bautizado como Perchero «ropa vieja».
Los restos de materiales elegidos fueron estos:
Lo único que compré fueron las perchitas amarillas de metal, todo lo demás como os decía son restos de otros proyectos, la madera es de un recorte del mueble del salón, el papel es lo que sobró después del cambio del look de este marco y la ondulina es lo que quedó de hacer los lienzos con letras. Y como otras veces, las estupendas Chalk Paint en spray de Novasol en color blanco roto y rosa pétalo.
Bueno, otras piezas que compré para luego colocar la futura percha en la pared, fueron estas:
Para colocar bien estas piezas y que hagan una buena función deben de ir embebidas en la madera, para que cuando se cuelgue el perchero no haya ninguna holgura entre el y la pared… Para hacer huecos en la madera se usa un formón, pero yo evidentemente no tengo, así que pensé que un destornillador me haría una función similar.
Y si, al principio pintaba bien, pero al final utilicé destornillador, martillo y taladro con un toque de fuerza bruta… Pero bueno el caso es que tras muchos martillazos conseguí hacer los huequecitos para que las piezas quedasen perfectamente hendidas en la madera.
Con esto terminado comencé con la parte divertida, el otro lado de la madera. Lo primero que hice fue pintar el fondo de color blanco, con la pintura en spray y en menos de un minutillo estaba todo cubierto:
Los ganchos los pinté con el color rosa también en spray y en esta ocasión si que fue un acierto utilizar la pintura en spray para cubrir todos los recovecos de las perchitas.
Para pintar las perchas mucho más cómodamente las atornillé a un retal de madera, de este modo pude pintar las tres a la vez y girarlas para cubrir todos los rincones.
Como las perchitas van a tener mucho ajetreo protegí la pintura con una capa de barniz:
Una vez seco el barniz puse las perchas junto al papel y la ondulina:
Esto si que es aprovechamiento de materiales a tope, ¿eh?
¡Es lo bueno que tiene hacer las cosas uno mismo, que lo fabricamos adaptándolo a las necesidades y así conseguimos que quede perfecto!
Y vosotras ¿qué «ropa vieja» habéis re-utilizado en vuestros diy»s? Abrimos coloquio de Diogeneras en los comentarios ;P ¡Jajaja!
¡Hasta la próxima!
M.