Nuestra mesa de centro
Hola:
¡¡¡Por fin ha llegado el momento!!! hoy os vamos a contar como hicimos nuestra mesa de centro, si queréis conocer los motivos que nos llevaron a hacerla, pinchad aquí.
Se trata de un diy que nos dio muchísima faena, sobre todo a Sergio que fue el autor material de la obra. Quizá porque era nuestro primer trabajo de bricolaje e influyo en cierta medida, nuestra inexperiencia o quizá porque ya de por si era un trabajo de envergadura. Fuera como fuese, lo cierto es que a nosotros nos parece un trabajo precioso y que no nos cansamos de mirar ;-).
- Tablero de madera de pino de 105 cm x 60 cm y un grosor de 2,5 cm para hacer el sobre de la mesa; lo compramos un poco más largo para hacer los laterales achaflanados.
- 2 tablas de madera de pino de 150 cm x 10 cm para la estructura de la parte inferior de la mesa.
- 4 patas de dos sillas viejas; nosotros necesitamos dos sillas porque solamente utilizamos las patas delanteras de las sillas (que eran diferentes de las traseras) porque eran las que mas nos gustaban.
- Escuadras metálicas y tornillos para madera.
- Cola para madera.
- Pinturas (beig y negra).
- Laca nitrocelulosica, barniz para madera y betún de judea.
- Herramientas (sierra de calar, lijadora, taladro, formón, martillo, lijas, sargentos, nivel de agua, pinceles).
Allá vamos, que tenemos mucha faena por delante ;-D. Lo primero fue desmontar las sillas porque como os he adelantado solo íbamos a utilizar las patas delanteras. Quizá lo fácil hubiera sido cortar con la sierra de calar y utilizar solo las patas………….pero como ya nos vais conociendo decidimos desmontarla poco a poco e intentamos no romper mucho el resto de partes de la silla…………que nunca se sabe. Y siguiendo con nuestra filosofía de reciclarlo todo, además de las patas delanteras también reutilizamos tres de las patas traseras, los respaldos y los muelles, aunque eso os lo contaremos en sucesivos posts ;-).
Bueno a lo que íbamos que nos despistamos. Lo primero fue desmontar la tapicería, que estaba totalmente inservible y era bastante fea (era como de pelo sintético y los bordes naranjas, lástima no tener fotos de como eran) :-O.
Tras la tapicería, desmonte la estructura de madera de la silla, separando patas delanteras, laterales y respaldos de los que formaban parte las patas traseras. El siguiente paso fue lijar a conciencia por que tenían una infinidad de capas de pintura y barnices, tanto es así que la madera terminó con un jaspeado negro, al que terminamos viendo su encanto, no os vamos a engañar ;-P.
A las patas delanteras solo le dimos una pequeña lijadita , para conseguir un ligero desgaste, porque las queríamos negras, para que fueran iguales que las de la mesa de comedor.
A partir de este momento el grueso del trabajo correspondió a Sergio. Lo primero que hizo fue cortar los laterales del sobre de la mesa inclinados (como los de la de comedor) y aquí tuvimos algunos problemillas por que uno de los extremos quedo perfecto pero en el otro la sierra se nos fue mas de lo debido y quedo con una inclinación muy fea, así que no quedo otra solución que volver a cortar uno de los laterales inclinado, lo que supuso perder unos 5 cm en la longitud de la mesa…………pero bueno algo imperceptible para el resultado final.
El siguiente paso fue hacer la estructura inferior de la mesa para lo cual cortamos a la medida las tablas que formarán la base de la mesa, teniendo también en cuenta las dimensiones de las estructuras cuadradas de las patas, pues tablas y patas formarían toda la estructura conjuntamente.
Las patas delanteras, en la parte superior tenían una forma cuadrada, lo que nos serviría para unirlas mediante las tablas antes cortadas para formar la base de nuestra mesa.
Para conseguir que quedaran un poco inclinadas hacia fuera, cortamos el cuadrado de madera superior un poco inclinado. En los laterales mas largos se le dio un poco de forma curva, para que no quedara tan tosco y así parecerse un poco a la mesa de comedor.
Una vez cortados los elementos de la estructura, Sergio con la ayuda de un formón, realizó los encajes de las distintas partes de la estructura (esta es una parte muy laboriosa) y para que fueran mas robustas le puso unas escuadras metálicas en las esquinas; al igual que para sujetar el sobre de la mesa a la estructura.
En este momento la mesa ya estaba hecha, así que el trabajo paso de nuevo a mis manos pues ahora llegaba el momento de la pintura. Lo primero que hice fue pintar las partes de la mesa que iban de color negro como patas, laterales en chaflán, estructura de los laterales y después viendo que en la parte inferior de la mesa se verían las escuadras metálicas y quedaba un poco feo decidí pintar la parte interior de la estructura de la mesa, para unificarla con los laterales.
El siguiente paso fue oscurecer con un poco de betún de Judea y barniz la parte inferior del sobre para que se pareciera a la mesa de comedor. Por último pinte los laterales largos del sobre de la mesa y la parte superior del sobre, con pintura al agua color crema rebajada con agua porque queríamos que se vieran las vetas de la madera.
Aquí hubo un momento de bastante «pánico» porque como os hemos contado era nuestro primer proyecto y yo me las prometía muy felices y al pintar la parte superior del sobre de la mesa la pintura color crema no quedaba precisamente bien porque se notaban los brochazos y no se veía la veta (aún no la había rebajado con agua lo suficiente) y Sergio me lo decía pero yo reaccione pintando compulsivamente todo el sobre y dejándolo hecho un churro. De aquí creo que me viene la costumbre de no probar antes como va a quedar y lanzarme a la aventura. El pobre Sergio tuvo que lijar el sobre y tras hacer pruebas en otros trozos de madera hicimos el rebaje de la pintura con agua hasta encontrar el acabado que buscábamos ;-P
Para proteger la pintura aplicamos varias manos de laca nitrocelulosica, porque pensábamos que protegería la mesa mejor que un barniz.
En la última foto podéis ver el detalle de las patas, con esa placa metálica, que tanto nos gusta ;-D
En esa pared encima del sofá, que veis tan desangelada, tenemos previsto poner un par de trozos de malla de obra (que están tan de moda) y que conseguimos hace unas semanas ¡por fin!…………lo que no os aseguro es que os lo podamos enseñar pronto en el blog, que estamos un poco saturados de proyectos y ahora que llega el veranito apetece menos ponerse a lijar 😉
Y bueno esto es todo ;-)………….así contado parece sencillo pero lo cierto es que requirió mucho trabajo, pero como os decíamos antes, no podemos estar mas contentos con el resultado.
Y con este trabajo nos marchamos al Finde Frugal de Marcela y Kate y os invitamos a que lo visitéis porque siempre se encuentran muy buenas propuestas e ideas.
Os dejamos hasta la próxima. Sed felices