Mi primera calabaza de Halloween
Bueno, bueno, que se acerca el esperado puente, o acueducto, de los Santos. Y eso significa que también se acerca Halloween.
Personalmente no celebro esta fiesta, la verdad. No tenemos esa tradición en casa y encima soy una cagona con el tema monstruos, zombies y demás… soy incapaz de verlos, luego tengo pesadillas… Sí, sí, os escribe una que con 8 ó 9 años vio (bueno, vio, medio-vio) los Gremlins tapándose la cara con un cojín…
Pero claro cuando los nenes empezaron a rondar en mi vida y sobre todo desde que van al cole, pues una acaba preparando calabazas para Halloween. ¡Jajaja!
En la guardería de la peque van a organizar un concurso de decoración de calabazas, aunque según la edad del niño en cuestión es más una excusa para que los papis (o los tios, como en mi caso) se pringuen.
Mi hermana iba un poco justa de tiempo y cuando me dijo que no iba a llevar ninguna calabaza, le dije: yo me encargo. Así que allí que me fui a aprovisionarme de la materia prima.
Aunque era tentador usar la plantilla del envoltorio… Consulté mejor a Pinterest y saqué alguna idea en la que inspirarme, teniendo en cuenta que nunca había carvado una calabaza, el poco tiempo del que disponía para prepararla y los materiales que ya tenía en casa.
Para la idea elegida había que vaciar la calabaza, así que manos al cuchillo:
La carne de dentro sale muy fácilmente simplemente raspando con una cuchara
Por cierto, si alguna sabe cómo aprovechar el relleno, por favor que me lo diga… Aunque la mitad de lo que saqué fueron pipas…
Dibujé sobre un cartón lo que serían los ojos
Y para que quedasen más bonitos los forré con cartulina blanca
Con cartulina negra terminé los ojos, las cejas y las manos:
En la parte de la calabaza opuesta a los ojos también clavé unos palillos para sujetar la tapa. Las manos las pegué usando un buen chorretón de cola caliente, porque por la parte de dentro me costó que se pegara.
Recorté los huecos de las letras y para que destacara remarqué los bordes con un rotulador blanco:
A la hora de colocarla en la calabaza lo hice usando acetato para que disimulara y ya de paso se me ocurrió hacerlo de tal forma que quedase un «Boo» saltarín, pegando de esta manera el acetato a la palabra y después a la calabaza.
Molaría que la tapa tuviera un mecanismo para que se levantara sola y asomasen los ojillos de dentro y que se moviera el Boo cuando se abriera… Pero bueno, si acaso lo voy investigando para el año que viene ¡Jajaja!
De momento, para haberlo hecho en una tarde… estoy bastante satisfecha 😀
Bueno, pues lo que os digo, bastante contenta con el resultado de esta calabaza terrorífica.
Y vosotras, ¿celebréis más o menos activamente? ¿Usáis calabazas para la decoración? ¿Carvadas con caras terroríficas o decoradas? ¡Contadme! Que voy a necesitar más ideas para la edición del próximo año en la guarde ;D
¡Hasta la próxima!
M.