Manta de Granny Square
Hoy vengo con algo totalmente inusual en mí: un trabajo en crochet. Una manta de granny square.
Sobre el origen de estos famosos cuadros, según un artículo de 1946 atribuido a la compañía Oregon Worsted, las ahorradoras mujeres americanas, guardaban cuidadosamente restos de hilo y fibra que desenredaban de suéters y calcetines viejos. A medida que estos restos se acumulaban, hacían con ellos crochet en pequeños cuadrados, que después cosían para hacer una manta funcional y colorida. Debido a que era la abuela la que a menudo realizaba esta tarea, los cuadros se convirtieron en GRANNY SQUARES, los cuadrados de la abuelita.
De toda la vida he querido tener una manta de granny square. Era pequeña cuando hice «un amago» y no sé la de cuadros que hice con restos de diferentes lanas. Ni mucho menos eran granny squares, sino una especie de rejilla… fueron a parar todos a una bolsa con intención de unirlos algún día, pero nunca llegué a hacerlo y en alguna limpieza de trastos debieron irse a la basura, porque nunca más los volví a ver jajaja.
Una vez vi una manta preciosa en una tienda, pero me pareció carísima y no la compré. Ahora me doy cuenta de que no era cara en realidad, todo lo contrario. Ahora que sé el trabajo que llevan estas mantas de crochet me doy cuenta de lo barata que era.
Hoy por fin tengo mi manta tejida a granny square y aún me parece mentira. Yo no sé hacer absolutamente nada a ganchillo… bueno, en realidad no sé hacer nada que necesite aguja e hilo de ninguna clase. Por eso jamás pensé que llegaría a hacer mi propia manta.
Y todo se lo debo a una gran amiga que tiene unas manos de oro para todo lo relacionado con la costura y el crochet, y además es una de las personas más buenas que he tenido el privilegio de conocer. Ella es Malores, de Las labores de Malores.
Organizada y resolutiva, cariñosa y dulce como nadie, Malores es de esas pocas personas que te transmiten una serenidad que hace que no tengas ganas de despegarte de ella jamás.
Aunque ya te lo he dicho, y como sé que me vas a leer, quiero agradecerte de nuevo con todo mi corazón que hayas tenido la generosidad y la paciencia de enseñarme con tanto cariño. Te quiero muchísimo, tú ya lo sabes.
Toda esta aventura de la manta empezó en el puente de diciembre de 2016, cuando coincidimos unas cuantas amigas con nuestros puestos en el market del Taller del Abuelo del Escorial. Entonces fue cuando en dos o tres días Malores me enseñó a hacer los cuadros. Tengo guardadas como oro en paño las muestrecitas que hicimos:
Muestras de granny square |
Después en casa hice más muestras horrorosas con lo que tenía a mano…
… y ya confiada lo dejé por un tiempo mientras compraba los hilos, decidía el tamaño… y cuando quise retomarlo, me surgieron un montón de dudas. Os cuento esto para deciros que también tengo que agradecer su ayuda dándome un repaso a otra querida amiga, Guadalupe, de Recicoración, que igual que Malores es de esas personas que agradezco inmensamente a la vida haber conocido.
Para mi manta he utilizado perlé del número 5 en este colorido:
Materiales utilizados: perlé del número 5, aguja de crochet del número 1, aguja lanera y tijera |
El conjunto de funda de tijera, acerico y bote están hechos por Malores, fue un regalo suyo que me hizo muchísima ilusión. La aguja de ganchillo, del número 1 también me la dio ella y es con la que he tejido toda la manta.
Quería algo muy grande, para las tardes de siesta los fines de semana en el sofá. Bien amplia para taparme bien jajaja así que la manta mide XX de largo y XX de ancho y está formada por 130 cuadros de 11 vueltas cada uno.
Proceso de tejido de granny square |
Son muchos cuadros y éstos son grandes, pero aunque he tardado más de un año (con temporadas de abandono total por falta de tiempo) de verdad que tejerlos se convierte en algo adictivo. Cuántas noches me he acostado a las tantas pensando: «venga, una vuelta más y lo dejo»…
Granny square terminado |
Una vez tejidos todos los granny square los fui uniendo de cuatro en cuatro, cosiéndolos con aguja lanera tal y como también me enseñó Malores. Me gusta tan poco coser que esta parte se me hacía un mundo y la pobre hasta se ofreció para cosérmelos… para que veáis si es buena.
Una vez tejidos todos los cuadros, coserlos de cuatro en cuatro |
En fin, que llegó el día en que terminé por fin de unir cuadros y pude empezar a formar las filas.
Formar filas |
Y finalmente fui cosiendo las filas entre sí hasta componer la manta entera.
Unir todas las filas formando la manta |
Creo que no hay dos granny square iguales en la manta, salvo unos poquitos lisos que he intercalado. Y si los hay, será pura coinidencia, porque en todos he utilizado los mismos tonos pero en ningún momento he seguido un patrón establecido.
Una vez terminada, me pareció que quedaba incompleta sin un remate. Sin muchas esperanzas de ir a entenderlo, busqué un tutorial en Internet… miré varios en los que me perdía porque empezaban a hablar de nombres de puntos o tejían a tanta velocidad que me volvía loca.
Al fin encontré uno comprensible, en el que una chica argentina que se explicaba muy bien y tejía despacito, hacía un remate que llamaba de abanicos y me gustó mucho cómo quedaba. El nombre del tutorial es «cómo tejer el borde de una manta al crochet», de Washi Tapes Argentina. Qué menos que mencionar la procedencia de los tutoriales de estas personas que dedican un tiempo y se toman la molestia de enseñar a los demás.
Hice un par de pruebas en unos cuadros pequeños que tejí para ello y me puse manos a la obra.
Este último paso me llevó mucho menos tiempo de lo que pensaba, así que el día que terminé, el pasado 14 de febrero exactamente, me quedé como embobada. No me creía que por fin hubiera terminado la manta de crochet que siempre había querido jajaja
Tejer el borde de la manta |
La verdad es que le ha gustado a todo el mundo, a pesar de que tiene muchíiiiiiiisimos defectos que a las expertas no os pasarán inadvertidos.
Pero a pesar de todos sus fallos me siento muy orgullosa porque ha sido un trabajo en el que he invertido incontables horas y que a pesar de la «hartura» que he sentido en muchos momentos y mi poca paciencia, he conseguido terminar.
Y, aunque la manta no es para poner sobre el sofá, os la enseño estirada sobre él:
Estoy deseando saber vuestras opiniones. Se admiten críticas, por supuesto, pero las que de verdad sois artistas del crochet, por favor mirad mi manta de granny square con mucho cariño jajaja.
Y aunque no es éste un trabajo frugal precisamente, quiero compartirlo con todas las amigas del Finde Frugal de Marcela.
Besos para tod@s y muchas gracias por acompañarme siempre y por dedicar unos minutos de vuestro tiempo a dejarme unas palabras, que son las que de verdad animan a seguir trabajando.