mangas enrolladas
Ya hace tiempo que veo esta idea por internet, y tenía ganas de hacer mi propia versión.
Siempre me han gustado este tipo de prendas. Cuando empieza el fresco, para no llevar la chaqueta a cuestas, siempre llevo unas «mangas» (yo le llamo así. Es una mini torerita, que solo tiene el ancho de espalda de las mangas) en el bolso.
Si os fijáis bien no tiene ninguna complicación, por lo que no hace falta hacer ningún tutorial al respecto. Pero os voy a explicar un poquitín cómo lo hice…
Como rondaban por casa algunos ovillos Alaska grises, reciclados, que compré de Katia, pues me dispuse a darles una segunda oportunidad. Tuve que comprar un ovillo más y con él aproveché para darle un poco de color al asunto.
Quise hacerlo todo de punto bobo, pero vi que para que quedara mejor tenía que hacer punto canalé en los extremos (para que no se enrollara)
Y no pude evitar hacer alguna variación combinándo con punto del revés, que hacia parecer el dibujo del punto bobo más ancho.
Así que, a la hora de cambiar el color del hilo tenemos que ir con cuidado de hacerlo tejiendo punto bobo, con la labor del derecho.
Cuando ya lo tenemos todo montado solo nos queda coser las mangas. Eso lo haremos con la labor del revés y coseremos el largo de brazo hasta el bajo-hombro.
Una vez montado a buscar la manera como hay que enrollárselo…
La verdad que abrigar, abriga! Pero no es una prenda para poner y quitar…es una pieza para llevar puesta todo el rato! (por lo complejo que es enrollarlo bien).
Y si no lo véis claro…
Podemos sacarle partido como bufanda! jejej!
Conclusión: no todo lo bonito es práctico. ¡Pero a todo hay que darle una segunda oportunidad!