Libreta artesanal bordada
Lo reconozco. Yo siempre he sido muy de listas. Incluso cuando era pequeña ya me llevé alguna vez el mote de Doña Listas porque tenía la necesidad de ir haciendo listas allá por donde fuera.
Las cosas que quería comprar, lo que me quería pedir para reyes, los libros que me quería leer, los deberes que tenía que hacer, mis juegos preferidos.
Con el paso de los años la cosa no mejoró, incluso se acrecentó. No solo porque ahora, además, están a mi alcance unas libretitas preciosas y unos postits de ensueño sino también porque la cantidad de listas que fluyen por mi cabeza se ha multiplicado por mil: la lista de la compra, los invitados del cumple de mi hijo, lo que tengo que meter en la maleta, las ideas para post del blog,….
Siempre voy de acá para allá colgada irremediablemente de alguna libretita en la que anotar cosas antes de que se me olvide (que suele ser al segundo y medio).
Eso, quieras que no es un gasto y últimamente (y fiel a mis propósitos de año nuevo) intento reducir en cosas que no necesito y darle una segunda oportunidad a otras. Ya sabéis, reciclaje al poder!!!.
Esto me lleva a reciclar e incluso confeccionar mis propias libretas.
Para ello simplemente he cogido unos folios y los he partido por la mitad para hacer las hojas. Las tapas las he hecho con una caja de cereales del desayuno de mis hijos (le he dejado un margen de medio centímetro por cada lado) y para unirlas simplemente he cosido todo el papel por en medio con mi máquina de coser (puntada larga y suelta).
Yo misma me he quedado sorprendida de lo fácil y rápido que ha sido y de lo bien que ha quedado.
Había pensado ponerle un trozo de washitape en el lomo para darle color y disimularle la costura pero la verdad es que quedaron tan bien que no hizo falta y finalmente lo deja al natural.
Desde La trastienda de Liderlamp organizaron el mes pasado un proyecto el mes pasado en el que animaban a todo el mundo a bordar su libreta. Yo, como siempre llego tarde y me enteré después de que hasta había un superpremio detrás pero de todas formas os invito a que os paséis por instagram y busquéis con el hashtag #bordatulibreta las preciosidades que había.
Seguimos a lo nuestro. Yo me propuse bordar en mi libreta un motivo sencillo que le diera color pero que lo terminara en un pispas. Tampoco se trata de pasarnos una semana bordando (¿o sí?).
Me decanté por un motivo de un gatito de espaldas con su cola y todo.
Dibuje el diseño en una hoja de cuadritos, pegué la hoja en la libreta más o menos centrada y con un punzón fui haciendo agujeros en las intersecciones de las cruces (donde hacía falta, vamos).
No os olvidéis de poner una alfombrilla o algo blandito abajo para poder perforar cómodamente.
En realidad fue mi hija la que marcó todos los agujeritos. Le quedó genial y a mi me encantó tener una ayudante.
Una vez tenemos todos los agujeritos marcados solo hay que bordar siguiendo el diseño y listo!!!.
Ya tenemos una libretita molona para apuntar todas esas grandes ideas.
Espero que os haya gustado y que la pongáis en práctica. Ya estáis regalando libretas a la suegra, a la vecina del quinto y hasta a la frutera,m que seguro que os lo agradecen.
Yo os espero aquí el viernes con otra manualidad (¿que será, será?)