Kokeshi silencia portazos
¿Pensáis que los amigurumi son sólo juguetes para niños? Pues hoy os quiero demostrar que no es así, estas bonitas muñecas son KOKESHI SILENCIA PORTAZOS.
Hace unos meses, una amiga me comentaba que tenía un problema de corrientes en su casa y que tenía que buscar algo para que la puerta de su salón no golpease cada dos por tres. Le preguntamos al señor Google y nos dio un montón de ideas. La mayoría de las ideas son en realidad un peso para poner delante de la puerta, pero hay una gran variedad de formas y tamaños. Vimos un gato de trapillo, una garrafa de agua con funda con aire marinero, pesos sencillos o con forma de ratón y un montón de cosas más.
Lo de tener algo en el suelo delante de la puerta no nos acababa de convencer a ninguna de las dos. El tope puede ser precioso, es cierto, y a mí personalmente me encantaron muchas de las ideas que vimos, pero yo estoy convencida de que si pongo algo así tropiezo con el tope todos los días. Así que seguimos buscando y encontramos otra idea: los silenciadores de portazos. No evitan que la puerta se cierre, pero sí el golpe. Podéis ver cómo son estos silenciadores de portazos AQUÍ y AQUÍ. No son más que unos rectángulos de tela con relleno en su interior y unas gomas para sujetar a los pomos de la puerta.
Esta idea sí que le gustó, peeeeeeero eran demasiado sosos. No hay problema, le dije, si te gusta esa solución siempre se puede buscar la forma de añadirle algún adorno. Se puede colgar blandito a ambos lados y ya no quedaría tan soso. Unos días antes de todo esto yo había publicado mis tres gracias niponas en el blog y le habían gustado mucho. Y así surgió la idea de las kokeshi silencia portazos.
Había que buscar unos colores que no desentonaran en su casa. Los verdes le parecieron ideales y a mí mas claro, que son «mis colores». Pero también quería algo naranja. Así que decidimos que las muñecas irían en verde y el rectángulo de tela acolchado en naranja.
Para que las muñecas no fueran exactamente iguales combiné los verdes de forma diferente en cada una. Y a las dos les puse abalorios naranjas en los moños.
Las dos están tejidas con «Eco Luna» de «Valeria di Roma» y aguja de 3 mm. Miden aproximadamente 13 cm sin contar los moños. El patrón de estas muñecas es gratuito y lo podéis encontrar en el blog «La calle de la abuela«. Ahí Sonia explica que cabeza y kimono se tejen en una única pieza empezando por arriba, pero yo, por llevar la contraria las tejí de una sola pieza empezando por abajo, siguiendo el patrón de Sonia a la inversa. Me quedan mucho mejor los aumentos que las disminuciones y de esta forma las disminuciones de la cabeza quedan tapadas por el pelo.
Aunque no lo parezca en las fotos ambas muñecas están hechas de la misma forma y siguiendo el mismo patrón, pero una parece más estilizada que la otra, a lo mejor apreté más el punto en una que en la otra o una me quedó con más relleno que la otra. En cualquier caso, ésta es la magia de lo hecho a mano, a pesar de ser iguales son diferentes, cada una es única.
Y así quedan ya montadas en la puerta.
En lugar de gomas tuve que ponerle unas cintas para atar a las manillas de la puerta. Primero puse gomas, pero como las manillas son alargadas en lugar de pomos redondos, no se estiraban lo suficiente para colocar el silenciador de portazos.
Las muñecas van sujetas con una unas hebras de lana de forma que si un día no le apetece tenerlas más en la puerta, se pueden cortar fácilmente sin dañar las muñecas para poder colocarlas en cualquier otro sitio.
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