Kinda Magic Socks
Esto de estar sola en casa tiene sus ventajas. Poder ocupar toda la cama y comer súper sano son algunas, pero la mejor de todas es el tiempo libre que tengo para tejer. Océanos de tiempo tejeril, especialmente después de la cena. Y no me quiero quedar sin Barbitas, pero es que no tejía a este ritmo desde que estaba soltera, jajaja. Tejer y leer están siendo mis mayores pasatiempos durante estos meses, aunque no, nunca se tiene demasiado tiempo para tejer, ¡jamás!
Como no quería matar de calor a las chicas del grupo de punto (hacemos KALs periódicos de todo tipo), y tras descubrir que vendían el ovillo de los Kinda Magic Socks sin tener que comprar el kit completo, lo propuse como proyecto para el verano. Teniendo en cuenta las múltiples veces que deshice y cambié de agujas, me parece increíble que solo haya tardado un mes en acabarlos.
Porque este proyecto es fácil, pero como no des con la tensión correcta… estás acabada. No puedes hacer como si nada y seguir tejiendo porque los dibujos no salen, así que hay que asegurarse de que empiezas bien. El tema de la tensión es tan importante que si no prestas atención puedes acabar con cosas como las que se ven en la página de proyectos de Ravelry, no digo nada.
Dicho esto, tampoco hay que ser como yo, que me obsesioné con el tema de la tensión hasta tal punto que no hacía más que deshacer porque no me cuadraba el dibujo en un par de puntos, jajaja. No es necesaria la precisión de un cirujano para que te salgan bien, hay un pequeño margen de tres o cuatro puntos. Probé primero con mi número habitual de agujas (2.5mm), pero creo que quería hacerlo tan perfecto que tejí más apretado de lo normal, y tuve que cambiar de número. Después de probar con tres números de agujas y no conseguir tensión, volví al primero y todo encajaba ¿?
Con estos calcetines he aprendido que hay que dejar el perfeccionismo a un lado, porque a veces nosotras mismas somos las que nos ponemos límites. Tejo para disfrutar, tejo para mí, y no tengo que aparentar ante nadie 😉
El patrón es muy sencillo y apenas hay que pensar, y si no has hecho antes un afterthought heel, viene muy bien para aprender la técnica. Personalmente no es mi tipo de talón favorito, me molesta un poco tener esas disminuciones enormes en contacto directo con el talón y no me ilusiona tener uniones en esa zona, que soporta más desgaste. Pero es muy cómodo de tejer porque no tienes que parar a mitad del calcetín. Tenéis un buen tutorial al respecto aquí.
Ya me veo llevándolos este invierno con mis Converse y siendo la más chula del lugar, porque estos calcetines los he tejido para que se vean, obviamente (los llevaré seguro a Barcelona Knits).
Os he dejado todos los detalles del proyecto en la página de Ravelry, pero no he anotado mucho. Estoy empezando a usar mi bullet journal para crear una especie de diario de lo que tejo, así no se me olvidarán los cambios que haga en el diseño, los materiales, las complicaciones que surjan… y quizá también pueda ser de ayuda para otras personas que tejan el mismo patrón.
¿Has tejido mucho este verano? ¿Tienes algún proyecto pensado para empezar a tejer este otoño? Yo no puedo montar nada en mis agujas hasta que no termine un par de cosas que tengo a medias. Eso sí, las ganas de tejer no se me quitan 🙂