humm, café rico…. y decorativo
Pues sí, hoy más que nunca podemos decir… Ójala que llueva café… Porque además de amantes de este caldo, hemos descubierto sus propiedades decorativas.
Todo empezó con el tuneo de este cofre:
Ya sabéis que somos unas incondicionales de «El Corto Maltés», así que decidimos repetir algo parecido a lo que hicimos con el baúl hace ya unos meses.
En aquella ocasión, envejecimos las ilustraciones con betún de judea diluido con aguarrás, pero fue una tortura porque había que tener muchísimo cuidado con las cantidades ya que a la mínima se emborronaba todo y resultaba demasiado graso. Coincidió que nos habíamos pasado por el blog de Clara (si todavía no la conocéis, pasaros a hacerle una visita, os encantarán sus muebles, relatos y reflexiones) y vimos como utilizaba té para decorar un mueble. Fue entonces cuando se nos ocurrió y nos pusimos a experimentar, pero el té resultaba demasiado flojo, así que probamos con café.
Nos gustó el resultado:
Así que decoramos el cofre con las ilustraciones teñidas (y secas), pegándolas con cola blanca diluida en agua. Una vez seco, le dimos un par de capas de barniz transparente en spray para protegerlo.
Así quedó con unos cuantos años más encima.
Y ahora sí, nos vamos a tomar un café, que tengáis una muy feliz semana.