Haz lo que te apetezca con lo que te guste
De vez en cuando discuto con Mr Pángala, realmente discute él conmigo. Me dice que trabajo mucho y sin parar, yo le digo que no, que hago lo que me gusta. A mi me fascina crear, inventar, reinventar y muchas veces estropear, por dinero y por placer, para la tienda y para experimentar. Y sí, le dedico muchas horas, tal vez tengo una pequeña deuda de tiempo con el amor de mi vida, pero si no me dedicara a esto tampoco sería yo, con lo cual probablemente el efecto mariposa no nos hubiera hecho coincidir,
¿no es cierto que el simple aleteo de las alas de una mariposa puede provocar un tsunami en el otro extremo del mundo?
Y si bien Mr Pángala alguna vez ha dicho, en secreto, que en nuestro hogar sufre el síndrome de Sthendal Craft, con mi última creación se le está pasando un poco
Te contaré cómo ha venido esta súbita mejoría
En el mes de noviembre me dio por empezar a crear objetos navideños al más puro estilo pangálico, por defecto la decoración navideña convencional no me gusta, así que con la consigna “abajo el espumillón” me lancé a la recuperación de objetos. Este fue nuestro árbol navideño, objeto de mofa por algunos amigos y casi todos los familiares, y a lo tonto, a lo tonto, aguantó ahí parte de noviembre, todo diciembre, todo enero, y los 28 días de febrero.
La intención primigenia no era un portafotos, sino utilizar la cinta de orillo de las telas que guardo como urraca el oro.
En estas cintas me fascina su acabado, el cambio de trama respecto al resto de la pieza de tela, sus cortos flecos, los agujeritos con patron repetido en algunos de ellos, y en otros el nombre del diseñador, su composición, o circulitos con los colores que contiene
Pensando, pensando, me decidí por un portafotos. En una ocasión escuché a un inglés que en España el regalo por definición en las familias españolas. Desde luego, socorrido sí que es, y comprobado tengo que casi cualquier cosa puede ser un portaretatratos.
Si te gusta el mío y quieres hacerte uno, necesitarás:
- una botella bonita
- cintas de orillo o cintas cualquiera si no tienes, por ejemplo, tiras de tela con puntillas vintage puede quedar bien, es una idea
- cinta de doble cara, que finalmente sustituí por washi tape
- tijeras
- alambre
- alicates
- pinza pequeña
Continuando con los gustos de Mr Pángala, te diré que esta botella color topacio procedente de un laboratorio, y que para mi gusto es preciosa, él dice que es horrenda y que parece la botella de Bisolvón de nuestra infancia. Paciencia
Lo primero es cortar el alambre y enrollar los extremos cada uno con un fin distinto:
El extremo inferior lo enrollaremos para darle estabilidad y peso dentro de la botella, y con un diámetro inferior al del cuello de la botella, para que quepa bien
El otro extremo lo introduciremos por el interior del muelle de la pinza y lo giraremos un par de veces para afianzarlo
A continuación elige tus cintas, telas, puntillas, tiras de papel…, y córtalas 1 ó 2 cms más largas que el diámetro de tu recipiente
Ordenalas según quieras que vayan colocaditas en la botella y prepara unas tiritas de washi tape para pegarlas. En un principio pensé en utilizar cinta de doble cara, pero decidí sustituirla por el papel de arroz ya que tal vez en unos meses vuelvo a cambiar de opinión, y así las cintas no se pringan tanto. Además la cinta de doble cara deja las tijeras pringosísimas, he de comprarme unas especiales a las que no se les pega el pegamento.
Y ya lo tienes, sólo falta meter el alambre con la pincita en el extremo para sujetar la fotografía
Seré una rarita, pero estos bordes de la tela me vuelven loca, son una de mis debilidades, tengo frascos llenos de ellas
Y aquí está en su ubicación final. Presiento que va a aguantar bastante aquí, si como árbol navideño ha estado casi dos meses extra…, a este portafotos le auguro un futuro próspero cambio de opinión mediante
La fotografía es una imagen de Valencia escrita en 1947 por Antonia, amiga de mi abuela materna, Asunción, a la que no llegué a conocer. Con o sin síndrome de Sthendal Craft, Asunción y Antonia se habrían llevado las manos a la cabeza, sin duda. El ventilador no debe distar mucho de la época, y la botella algunas décadas más sí que tiene.
Y si no te decides por este proyecto, pero te gustan las tiras de orillo y las guadrdas, mira qué me hice el verano pasado con ellas, tal vez te gusta, ¿te animas?, tienes el tutorial. Es una forma más de hacer lo que te apetece con lo que te gusta y acogerte al efecto mariposa.
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