Haz el árbol de Navidad de sobremesa más DIY, reciclado y ecológico
No hace falta siquiera mirar el calendario para saber qué día es hoy. Pasó la Lotería repartiendo euros y salud a partes iguales y de paso dio el pistoletazo de salida para meternos de cabeza en la Navidad.
Quizás porque en estas fechas es todo excesivo y abundante y lo de que más es más se lleva al extremo (esta mañana la #buenaabuela me cantó por teléfono el menú de la comida de Navidad y me dejó empachada, y todavía nos queda pasar la cena de Nochebuena), hoy te traigo una idea muy sencilla pero a la vez muy bonita para adornar un espacio de una forma minimalista y con mucho simbolismo.
¿Qué te parecería hacer un árbol de Navidad de sobremesa DIY, reciclado y encima ecológico?
Yo lo tengo en una mesilla en la entrada de mi casa y me encanta la sensación de limpieza, claridad y sencillez que transmite cuando abres la puerta:
Nosotros en casa el único adorno «grande» que ponemos es el árbol (de plástico, estoy en contra de que se corten naturales sólo para estos días y que luego se tiren a la basura), porque ya le tenemos sitio buscado en una esquina del salón y no entorpece mucho.
Como el resto está invadido por juguetes y cosas de #laniña (incluido este Belén que no se recoge en todo el año porque a veces juega con él), intento no meter más por no agobiar el poco espacio que queda libre y me conformo con colgar guirnaldas (aquí), hacer el calendario de Adviento (aquí), poner mini árboles (aquí) y colgar una corona en la puerta (aquí).
De ahí que me guste la decoración minimalista y con mucho simbolismo, como este árbol de Navidad que el esposo dice que es «conceptual» y #laniña ni siquiera se digna mirarlo porque no tiene una sola bola:
Aparte de todo eso, a mí me gusta porque cada vez que lo miro me recuerda un día de playa que pasamos con las mellizas y sus padres, que nos hizo un día espectacular y lo pasamos genial. Yo me las llevé a ellas y a la mía a dar un paseo por la playa para buscar piedras y conchas, y encontré esta rama que el mar había dejado en la orilla.
Tengo que decir que la madera de arrastre me encanta porque queda tan blanquita y suave como si se le hubiese pasado una lija fina, y además no pesa nada.
Solamente metido en un bote de conservas reciclado ya queda bonito, pero en honor a estas fechas decidí adornarlo un poco con la misma tela que utilicé para unas guirnaldas (aquí y aquí), haciéndola tiras y simplemente anudándolas a las ramas:
La base es igual de sencilla y reciclada, porque aproveché un bote de conservas de cristal. Para que se mantuviese erguido sin perder el equilibrio, lo rellené con los cristales de una lámpara vieja que están esperando desde hace mil años a que haga algo con ellos, y que le dan un toque luminoso y elegante:
No podría escoger uno solo, pero este adorno es uno de los que más más me gustan. Además, pienso dejarlo cuando pasen las fiestas, le quito las tiras de tela y quedará perfecto el resto del año.
¿A tí también te gusta la decoración minimalista en Navidad? ¿Qué te parece la idea de adornar una rama?
Sólo me queda desearte que pases una Nochebuena tranquila y que tu Navidad sea muy bonita. Yo voy a intentarlo con la mía, no es mi época preferida del año pero tengo que reconocer que desde que está #laniña la vivo con más intensidad.