Hoy empiezo el post haciéndote una pregunta, que si tienes bici, estoy segura que vas a contestar que sí. Ahí va: ¿Quieres estrenar bicicleta este verano y que te salga muy barata?
Sigue leyendo y te cuento cómo hacerlo de una forma rápida, sencilla y que deja un acabado profesional: pintándola con pintura en spray:
Hace unas semanas te enseñaba en Instagram fotos de mi antigua bici (aquí y aquí), que había ganado en un concurso sobre educación vial convocado por la Dirección General de Tráfico.
Gracias a la señorita María del Rosario conseguimos, entre muchas otras cosas, uno de los tesoros más preciados para un/a niño/a de pueblo: una bicicleta:
Unas preciosas Orbea rojas y azules (el color creo que fue por sorteo) que pesaban una tonelada, pero que tenían freno delantero y trasero, portapaquetes y un faro que alumbraba gracias a una dinamo.
Comparado con lo que había por el pueblo en aquel momento, íbamos a lomos de las Ferrari de las bicicletas.
Nos lo recorríamos de punta a punta subiendo y bajando cuestas, metiéndonos por caminos de cabras y haciendo apuestas sobre quién llegaba más rápido del Charcu a La Caleya sin matarse por el camino. Y sin matar a nadie de paso, que recuerdo que en una de esas yo atropellé a la abuela Genara y no veas qué disgusto, qué reprimenda, qué golpe y qué todo (yo más disgusto y ella más golpe, todo sea dicho).
Luego llegaron las bicicross y las de montaña y nuestras Orbea se convirtieron en dinosaurios. La mía acabó en un altillo en el trastero de mis padres y allí seguiría durmiendo el sueño de los justos si no fuese porque tuvieron que vaciarlo a causa de una obra.
Justo en ese momento desde Novasol Spray me propusieron que hiciese un DIY con sus pinturas en spray, para exponerlo en la tienda Pinturas Caparina de Pola de Siero (Asturias).
Y se me ocurrió que podía rendirle un homenaje a la mejor bicicleta que he tenido nunca ayudándole a recuperar su antiguo esplendor. Por los buenos viejos tiempos.
Después de tantos años (me da sofocón calcularlos pero piensa que hablamos de mediados de los 80), este era su aspecto después del primer manguerazo para quitarle el polvo:
A pesar de ser tan viejita se encontraba en un sorprendente buen estado. Cierto es que nunca durmió al raso y que todo este tiempo lo pasó protegida del sol y de la humedad. No tenía abolladuras ni le faltaban piezas, y el óxido acabó saliendo a base de darle duro con un cepillo de púas de acero.
El #esposo se encargó de desmontarla pieza a pieza y de volver a montarla después y yo mé pasé un fin de semana entero rascando todas las superficies (todas, incluidas las ruedas radio a radio) con el cepillo.
También tengo que agradecerle a mi padre no sólo que hiciese una cesta uniendo dos cajas de fresas (como esta) para engancharla al manillar, sino que diseñase y soldase un soporte para no tener que hacerle agujeros (es que quedó tan guapa que daba pena) (gracias papá).
Conseguí eliminar el óxido (aunque a cambio casi quedo sin brazos y sin muñecas) y dejarla preparada para darle una mano de imprimación, imprescindible para que la pintura definitiva se «agarre» al metal:
Al contrario que la anterior, esta deja las superficies brillantes, como barnizadas y luego se seca. En pocos minutos puedes ponerle la pintura definitiva (cagaprisas nivel premium):
Lo más complicado fue sujetarlas para que no se rozasen con nada y se estropeasen, así que acabé colgándolas del níspero donde se sube el gato a vigilar las gallinas.
El cuadro lo pinté de colorazul celeste (NVS B121). Una vez seco y para aclararlo un poco, le di una ligera rociada con el blanco RAL 9010:
Las ruedas, las manillas y el guardacadenas, de blanco brillante, mate y satinado (RAL 9010):
Truqui infalible si no tienes guantes: utiliza los de plástico que hay en las fruterías de los supermercados:
El manillar, los frenos, los guardabarros y el sillín llevan color crema (RAL 1015).Queda tan fino y tan bonito que el #esposo se lo ha pedido para la suya:
Aquí puedes ver el soporte que diseñó y soldó mi padre para sujetar la cesta hecha con dos cajas de fresas:
Utilicé rosa empolvado CK973 Rose Garden, gris ceniza CK798 Ash Grey, amarillo melocotón CK802 Yellow Peach y azul índigo CK795 Blue Indigo para las letras:
Certifico que las gallinas de mi madre son duras como piedras. El #buenabuelo enseñó a #laniña a dormirlas metiéndoles la cabeza debajo de un ala y después de dejarlas a todas K.O., todavía tuvieron humor para poner huevos:
A simple vista puede parecer difícil de pintar, pero es muy sencillo y a los pocos minutos ya lo tienes dominado.
Aquí tienes unos consejos para pintar con pintura en spray, aunque esto es cuestión de práctica:
– Antes de empezar agita el bote con energía durante un minuto para que la pintura se mezcle bien.
– Apreta la válvula con fuerza para que la pintura salga pulverizada y no gotee o haga chorretones (y desde aquí mi reconocimiento a l@s grafiter@s, cuando los dedos se agarrotan es complicado).
– Pinta con el bote a unos 20 cm. de distancia, dando pasadas y más bien rápido. No intentes cubrir la superficie a la primera. Es mejor dar varias y que vaya cubriendo poco a poco. Si no, harás un charco y goteará (y eso no hay forma de quitarlo salvo que lo lijes y empieces de cero). Echarás más tiempo pero te aseguras que quedará bien.
– Para aprender a dar las pasadas te recomiendo que primero practiques en cualquier otra superficie hasta que le cojas el tranquillo y te quites lo que yo llamo «el efecto Pronto» («Tú pasas el Pronto y yo el paño«).
– Si no puedes pintar las piezas por separado, tapa las que no con papel o con cinta de carrocero para ahorrarte un susto.
– Por la misma razón, tampoco pintes cerca de un ventilador.
– Mejor hacerlo en el exterior o en un lugar bien ventilado. Esta clase de pintura apenas huele, pero la chalk paint por ejemplo deja polvillo.
– Siempre que sea necesario echa una capa de imprimación para asegurar el resultado.
La conclusión después de utilizar pintura en spray es que me gusta mucho porque es sencilla y rápida de aplicar y el acabado es muy profesional porque no se notan los brochazos y llega a todas partes.
Si quieres ver el resultado con tus propios ojos, te invito a que vayas a Pola de Siero (Asturias), pases por Pinturas Caparina y conozcas la bici en persona:
Hola, soy Sonia, una madre que hace manualidades con y para su hija y las publica en su blog Pica Pecosa.
Siempre he sido muy creativa y supongo que en eso ha influido el nacer y crecer en un pueblo en unos años en que cuando llegabas de la escuela cogías el bocadillo y salías pitando hasta que tu madre te pegaba una voz para ir a cenar. Eran muchas horas sol@s, inventando juegos y la mayoría de las veces creando tus propios juguetes con lo que tenías a mano.
Después de tanto tiempo retomé esa afición porque cuando mi hija creció me dí cuenta de que a pesar de la cantidad ingente de juguetes que tenía (y tiene) se aburría, así que empecé a hacer con ella las mismas cosas con las que me entretenía de pequeña, y me llevé una sorpresa al ver que le gustaban y que cada vez me pedía más.
Son manualidades sencillas de hacer, que llevan poco tiempo y en las que utilizamos materiales reciclados. La idea de recogerlas en el blog se me ocurrió como una forma de recopilarlas y de paso, servir de inspiración a otr@s padres/madres que podían verse en la misma situación.
Y como una cosa lleva a otra, aparte de estas manualidades, en el blog también enseño las cosas que hago para mi hija, para la casa o que me encargan, y los reciclajes más surrealistas que se me ocurren, como transformar un nórdico en un tipi indio o un cesto para la ducha en una maceta.