El lujo llega a la costura con el “gold alfiletero”
El lujo en la costura es algo que mola, nadie lo duda: llevar ropa con la que te sientes bien, sea cual sea su precio, es un lujo; y si eres tú quien tiene que hacer la costura… mejor en condiciones de lujo, ¿es así?.
Vale, pues partiendo de esa premisa, hoy vamos a ver cómo hacer un alfiletero de lujo:
si te gusta coser, te sentirás de lujo, si no lo soportas como mi amiga July…, lo llevarás mejor.
Así que vamos a por ello, que por prácticamente nada vamos a tener el alfiletero más práctico y glamouroso que se ha visto sobre la faz de la tierra:
- es práctico: los alfileres permanecen imantados, no se pierden ni se caen
- es decorativo
- es reciclado a la par que elegante
Y a las pruebas me remito, mirad:
La gracia es que el alfiletero en cuestión es dorado, esbelto, y en su medida sobrio; además práctico porque los alfileres no se le escapan, va imantado, y además procedente de objetos reciclados: gástatelo en telas, no en alfileteros.
Los materiales son a vuestra elección, yo os contaré los que utilicé, pero como todo se puede adaptar a aquello de lo que dispongamos.
En mi caso utilicé:
- Un carrete de plástico de unos 9 cms de altura. Es el que viene para dispensar la cadena que utilizo en mis bolsos. También podeis disponer de uno de ellos si conoceis a alguien en una mercería, y seguramente también en ferreterías. En su defecto, cualquier objeto que haga las veces de peana, que no sea frágil, y que podamos pintar.
- El culo de un vaso de plástico duro. En la foto veis el de una botella, pero finalmente no me convenció, la fotografía estaba hecha, y la situación ya no tenía arreglo. La cuestión, que yo utilicé un vaso de los del chiringuito de este verano, los pido para remojar mis pinceles
- Lija para erosionar los plásticos y la pintura tenga mayor adherencia
- Brocha de espuma
- Pintura acrílica dorada y blanca o de otro color a vuestra elección
- Pistola de pegamento
- Una tira de puntilla del perímetro de la base del vaso o del recipiente que empleeis
- Cuatro imanes finitos, yo los compro en supermagnete
- Tijeras, cinta de doble cara, y un trozo de tela. Estas tres cosas no salen en la imagen, son cambios imprevisibles en el protocolo
- Una o dos piedras
El proceso:
Tras haber lijado ambas piezas de plástico para mejorar la adherencia de la pintura (y no tener que ir a comprar selladora, he de reconocerlo), pintamos la peana y la base del vaso, cada uno de su color. Serán necesarias dos o más capas, el plástico es puñetero para pintar. De hecho no es mi material favorito, todo lo contrario, pero para esto es idóneo.
Como os decía, la base del vaso fue mi decisión final tras descartar la de la botella. Y ojo, la pinté por dentro, no por fuera, pero al ser transparente… genial.
Una vez pintada no me conveció del todo, así que recorté un trozo de tela en forma de círculo, por cierto reservada para otra cosa, y con cinta de doble cara la apliqué sobre el interior del ex-vaso chiringuitil. Así queda más mono, más vestidor, y mejor acabado.
Eso es muy importante en nuestros emprendimientos.
Bordeamos todo el perímetro con cinta de doble cara y le vamos pegando tira de puntilla.
Mientras tanto dejamos enchufada la pistola de pegamento caliente para después pegar los imanes a la peana
Vale, aquí ya tenemos pegado casi todo lo pegable: los mini imanes a la ex bobina de plastico blanco y ahora de lujoso oro, y el ex-vaso chiringuitil pintado, forrado por dentro, y con su puntillita sobrante de cuando me dio el puntazo de una mantita para las piernas de granny squares.
Unimos ambas partes con pegamento, y una vez secado, acercamos los afileres, y por arte del magnetismo estos se verán irremediablemente atraidos. Si se nos caen al suelo tan sólo deberemos acercar nuestro luxury alfiletero para seducirlos y que se acerquen 😉
Yo además le añadí una banderita que tenía enganchada ya años en mi anterior alfiletero, un acerico estilo cupcake. Como soy una sentimental no quería desprenderme al 100% del que utilizaba antes y que tanto me ha acompañado en mis horas de pruebas, diseños y creaciones.
Finalmente le pegué también con la pistola un par de piedras el el interior del tubo del carrete, en la parte de abajo para que tuviera mayor estabilidad.
Y este es mi luxury gold alfiletero que tú te puedes hacer en rato, lo que más tarda es la pintura en secarse, que si no…
Si no te gusta coser, al menos lo harás con glamour. Si te gusta, disfrutarás del lujo.
¿Te animarías con ello? que se pas que es de lo más decorativo, práctico porque se coge del fuste sin riesgo de que caigan, están imantados, y reciclado. No se le puede pedir más.
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