El estuche de colores mágico
Eso de mágico es puro márketing porque si pongo que hoy os traigo un estuche de tela que le ha hecho la #buenabuela a la niña para que guarde los colores no paráis ni un@ por aquí. La única magia que se le puede atribuir es que se pueden guardar con su caja de cartón y todo y así ocupan menos y quizás los plastidecores no se rompan o esperen un poco más para hacerlo.
Lo de mi madre tampoco se puede considerar magia sino más bien milagro y de los gordos porque que haya entendido mis instrucciones por teléfono, manoslibres y fotos de croquis mediante es para llevarlo a Lourdes a que lo miren.
Y a ella de paso a que la beatifiquen, que otra en su lugar me mandaba a freir lo que no está escrito con tanta llamadita y tanta fotita que una ya no está para tonterías, oiga y al final acabó haciendo lo que haría cualquier madre con dos dedos de frente y una hija negada para la máquina de coser, que fue hacer lo que a ella le pareció y dejarme a mí convencida de que todo el mérito había sido mío.
He aquí la Creación, con mayúsculas:
Aquí podéis ver el truqui, que tiene tres compartimentos para los colores. El tercero no se ve pero está, lo que pasa que al estar vacío se quedan pegadas las dos telas. A la niña fue lo que más le gustó de todo porque dijo que ahí podía guardar cosas secretas (sic):
¿Veis qué bien quedan todos juntos y ordenados?
Esta es la trasera:
Y el botón monoso que tanto le gusta a la niña:
Desde aquí sólo puedo dar gracias, muchas gracias a mi madre por esta obra tan bonita y sin la cual yo tendría que haber mandado a la niña con (otro) giganto estuche, que junto con la mochila de ruedas se ve que forma parte de la equipación oficial de Primaria.
¡Pasad un feliz día!