El encanto de lo roto
Seguro que a la mayoría de vosotros se os ha roto alguna vez una pieza en casa, de esas que valoras mucho, la mayoría de las veces por más el tema sentimental que por el valor material del objeto. Esas cosas tan bonitas que corres al cajón para buscar el bote de pegamento e intentas recomponer sin mucho éxito.
Con el pequeño truco de hoy esas piezas van a tomar otro camino sin dejar de ser lo que fueron en un principio.
Este no es uno de mis diy de diseño propio, sólo me he limitado a enseñaros algo que lleva ya cientos de años caminado por el mundo. Hace ya tiempo que había oído hablar de esta técnica y estaba esperando la ocasión de tener un plato roto entre mis manos para llevarla a cabo. Y por increíble que parezca con todas las cositas delicadas que pasan por mis manos, os puedo asegurar que soy una persona bastante manazas, pero esta vez, llevo siglos sin romper un plato -en el sentido literal y figurado de la palabra- Esta vez, cuando hice la decoración para lamesa de Navidad, y gracias a las empresas de transporte que con tanto amor tratan nuestros envíos, me llegaron algunos de los preciosos platos de Villeroy, rotos, pero rotos en plan añicos. He podido rescatar este para mi experimento y personalmente creo que ha quedado monísimo.
Os cuento un poco que lo que voy a hacer hoy se llama kintsugi. es el arte japonés de arreglar la cerámica con barniz de resina mezclado con polvo de oro Forma parte de una filosofía que plantea que las roturas y reparaciones forman parte de la historia de un objeto y deben mostrarse en lugar de ocultarse, incorporarse y además hacerlo para embellecer el objeto, poniendo de manifiesto su transformación e historia.
En nuestro caso vamos a faltar un poco a esta filosofía y para simplificar la labor vamos a usar pegamento de contacto y pintura dorada, puedes animarte y buscar pigmento dorado.
Primero unimos nuestros trozos de cerámica con el pegamento y luego embellecemos las juntas con la pintura dorada.
Ten en cuenta que este tipo de reparación no te va a permitir volver a usar el plato, ya que los productos usados no son adecuados para el fuego, microondas o alimentos, así que su uso a partir de ahora será puramente decorativo.
FOTOGRAFÍA TCV